Meet the tweet-deleters: people who are making their Twitter histories self-destruct – Fusion
Sobre gente que borra sus tuis pasado cierto tiempo (una semana o diez días). Es más, parece que hay todo tipo de mecanismos para lograrlo, aunque Twitter no lo soporte.
Hay muchas razones para hacerlo, pero me ha gustado este párrafo:
Most tweet-deleters, though, are not trying to protect themselves from a dark past. (After all, the worst gaffes often stand in the public record, no matter whether the original offending tweet got deleted.) Instead, they want their Twitter accounts to reflect their present states of mind and interests.
Cierto, si pones una estupidez realmente gorda, el mundo se enterará igual y te lo recordará durante mucho tiempo. Pero es interesante la estrategia de que tu cuenta de Twitter refleje quién eres ahora y no tener que cargar con una enorme masa de pasado.
Lo que entronca con la relación que el mundo moderno guarda con la memoria. Vivimos en una época empeñada en conservar y preservar, sin pensar primero si realmente vale la pena guardar tantas cosas. Es como si nuestra civilización viviese poseía de un síndrome de Diógenes que nos obligase a acumular edificios, cuadros, libros, papeles, estatuas… a acumular detritos del pasado.
Quizá de vez en cuando podríamos plantearnos las virtudes del olvido.