Ricard Campo, investigador y autor de libros sobre ufología como Los ovnis ¡vaya timo!, hace una certera y pertinente reflexión sobre la necesidad de la crítica escéptica. Sobre, cuando un periódico nacional decide hipotecar su credibilidad vendiendo DVD sobre seudociencia.
Tiendo a creer en las individualidades y en lo ejemplar, en la imitación de comportamientos y estilos. Por ello la crítica escéptica, la refutación y la aclaración son necesarias: su moderado éxito e influencia la vemos reflejada en el babeo rabioso de los trolls que acuden fielmente a mostrar su impotencia en los blogs críticos, cosa que, a no pocos, nos reconforta, en realidad. Esos trolls son los mismos que luego se disfrazan de investigadores, doran la píldora a cada alma simple que se les acerca para preguntar por el tremendo misterio olvidado a los diez días (hasta que dentro de diez años toque ordeñarlo de nuevo) y tienen complejo de pavo real cada vez que se muestran en público o en fotos, soberbios incluso en su aparente modestia, como dijera el filósofo.