Lo que me resulta más curioso de este libro es el título. Cuando leo introducción, tiendo esperar un repaso más o menos profundo de un tema. Es decir, no espero que dé todos los detalles, pero sí que al menos ofrezca una imagen más o menos completa. Como un mapa de un país que ofrece las ciudades más importantes y las vías de comunicación más transitadas. Pero no es ése el caso de este libro. Introducción a la cultura japonesa quizá debería llamarse más apropiadamente Apuntes sobre la cultura japonesa, en la medida en que su autor va dando pinceladas aquí y allá, sin aspirar a una imagen más o menos total.
No digo con ello que el libro sea malo. Todo lo contrario, probablemente como apuntes sea mejor que como introducción. El autor es un japonés afincado en Francia que se dedica a estudiar los clásicos de la literatura francesa. Vamos, una especie de individuo entre dos mundos cuyo punto de vista puede ser más interesante que cualquier pretensión de objetividad.
Casi todos los ensayos tratan de alguna diferencia entre la cultura japonesa y la cultura occidental, y entre el modo de ver japonés y el occidental (en ocasiones, también, sobre las peculiaridades de la lengua japonesa). Explícitamente, los dos últimos, «El arte japonés» y «El desnudo al desnudo», son los más cercanos a articular una estética japonesa.
Pero a mí, raro que soy, los dos ensayos que me resultaron especialmente fascinante fueron: «Sobre el principio panóptico I» y «Sobre el principio panóptico II: la misión Iwakura». El panopticón era un tipo de cárcel en la que el carcelero situado en el centro, como araña en su tela, podía ver, más o menos, lo que pasaba en todas las celdas. Los ensayos van contando el origen de esas cárceles y su posterior importación por parte del gobierno japonés. Pero con una variación curiosa. Si bien el diseño original era una especie de círculo con una serie de radios, el japonés era más bien una letra K, como si hubiesen cogido una cárcel de las originales y la hubiesen cortado por la mitad (bromea, comentando que quizá el gobierno redujo a la mitad el presupuesto). Lo que no está claro es por qué lo hicieron así. Comenta también que el diseño japonés se llamaba comúnmente Pachinko, nombre que me resulta muy gracioso.
También muy interesante es «Tirar sin apuntar», sobre el filósofo japonés Kitaro Nishida. La discusión de su filosofía suena bastante zen y el personaje en sí parece muy interesante.
hola, estoy buscando un buen libro de cultura japonesa siempre me a fascinado ese mundo pero busco un libro muy completo y veo que tienes bastantes conocimientos al respecto, me encanta esa cultura basada en la sabiduría, el pensamiento los sentimientos el honor y su carácter estricto y perfeccionista.
¿que libro me puedes recomendar?