El nihilismo burlón de Bojack Horseman

El nihilismo es una de esas ideas que solo pueden sostenerse intelectualmente. Me resulta muy difícil creer que haya alguien absolutamente nihilista de la misma forma que me resulta difícil creer en la existencia de un idealista absoluta o un solipsista total.

En el caso del nihilismo, se da la circunstancia de que encima coincide totalmente con la posición contraria. Si tú crees que el sentido de lo que hay en el mundo deriva directamente de una autoridad absoluta, un nihilista ideal parte exactamente de esa misma concepción del sentido excepto que no cree en la existencia de esa autoridad. La diferencia es un bit con distinto valor. Es mucho más interesante plantearse que quizá el significado de las cosas venga de otra parte, sin ser totalmente absoluto o totalmente subjetivo.

Pero ciertamente el nihilismo es divertido y sirve para hacer una serie tan estupenda como Bojack Horseman. Más que nada porque Bojack no es nihilista, sino que cree serlo, pero la misma artificialidad de su postura es lo que genera todo el humor. Por ejemplo, la misma serie no se podría hacer con alguien deprimido, un estado que no es intelectual y por tanto es mucho más difícil de mostrar.

Por eso me gusta tanto este vídeo sobre la filosofía de Bojack Horseman, centrándose en su tercera temporada. Es un buen punto de partida para hablar de Sartre, Camus y, mi historia preferida, el mito de Sísifo. Obsérvese que el vídeo, sin decirlo, plantea exactamente la misma dicotomía sin indicar ninguna otra opción (vale, hay un pequeña referencia al Budismo).

ESPOILERES

Sin embargo, ese nihilismo no me resulta lo más interesante de la serie. Creo que son los pequeños detalles del comportamiento de los personajes los que realmente la hacen interesante. Las declaraciones sobre el orden cósmico no son más que una distracción, una forma de hacer humor. Ver a Mr. Peanutbutter apoyado en una columna, declarando la futilidad del ciclo vital del azúcar en el café es una deliciosa burla a costa del nihilismo. “El azúcar no pidió nacer”… me troncho.

Un ejemplo del tipo de detalles a los que me refiere se da justo en ese episodio subacuático, que está casi totalmente preocupado con el concepto de paternidad y el buen comportamiento de un padre. Pero el detalle interesante es que Bojack no hable durante buena parte del episodio, porque está bajo el agua. Sin embargo, esa limitación no es real y podría haber hablado en cualquier momento. Lo importante es que él “cree” que no puede hablar y esa creencia errónea es la que realmente controla su existencia. Bojack, en última instancia cree demasiadas cosas, y justo son esas creencias las que dictan su comportamiento.

Categoría: TV

Pedro Jorge Romero

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