No sé si una película puede ser más estúpida que esta Elysium que usa “los súper ricos viven en un lugar muy alejado de los pobres” como metáfora de “los súper ricos viven en un lugar muy alejado de los pobres”. Sería como decir “los dientes de tu boca son tan blancos como lo dientes de tu boca”. Es un fallo metafórico tan fundamental que no comprendo cómo no cortocircuitó el cerebro del guionista.
Por lo demás, Neill Blomkamp se ha limitado a hacer otra vez Distrito 9: hombre blanco centrado en sí mismo que sufre un percance y descubre entonces que hay dolor y miseria en el mundo, detalle que hasta ese momento se le había escapado por completo, y que tras lanzarse en busca de una solución a su problema acaba resolviendo el de los pobres. Y claro, un problema social no puede resolverse con métodos sociales y políticos –que los pobres que hablan otras lenguas no saben de esas cosas– y deben siempre solucionarse con exoesqueletos, peleas a puñetazos y muchas explosiones. Sin olvidar, de rigor, el sacrifico final del salvador. Vamos, una de esas películas que finge tratar un tema serio e importante.
Es decir, la basura habitual peor de lo habitual.