En la zona: Annihilation, de Jeff Vandermeer

Annihilation es una de esas novelas que no tengo claro cómo describir. No sólo se trata del primer libro, corto comparándolo con los otros, de una trilogía llamada Southern Reach, sino que además me recuerda a tantas otras historias (vamos, si hasta parece contener al menos una referencia a Lost) que no sé si mi reacción más bien tibia se debe a alguna carencia del libro o se debe simplemente a que me resultó conocido.

Vayamos al principio.

En algún momento, una región de Estados Unidos quedó atrapada en lo que ahora se conoce como Área X, una zona de lo que parece vegetación prístina donde la influencia de la humanidad (metales pesados y similares) ha desaparecido casi por completo. Toda esa zona está rodeada por una membrana que impide el paso, excepto por una pequeña “puerta”.

Por desgracia, las expediciones –enviadas por la agencia Sourthen Reach que da título a la trilogía– que se han adentrado en esa región no han vuelto, han perdido todos la cabeza, los supervivientes han muerto de cáncer posteriormente, o sus integrantes retornados apenas se han logrado recuperar para volver a servir como seres humano, en alguna variada combinación de esos elementos. Porque allí dentro suceden todo tipo de hechos extraños, inexplicables e incomprensibles.

Cuando comienza el libro, asistimos a la llegada a la decimosegunda expedición, en este caso formada sólo por mujeres: bióloga, psicóloga, antropóloga y topógrafa (lingüista se bajó del carro antes del comienzo de la expedición). Y ya casi en las primeras páginas las cosas empiezan a ir mal, el grupo comienza a deshilacharse (si no venía ya deshilachado) y la paranoia se apodera del equipo. La jefa, psicóloga, parece tener sus propios planes y no ayuda nada la súbita aparición de una enorme estructura subterránea (que la narradora se empeña en llamar “torre”).

La novela es en realidad el diario de una de las expedicionarias, la bióloga (no se usan nombres propios, sólo títulos). Es un personaje que mantiene una especial sintonía con el paisaje, como queda claro cuando habla de su pasado, lo que le lleva a tener una visión más, digamos, ecológica del Área X. Así mismo, su maridó participó en la fallida oncena expedición.

Mi problema con este libro es que realmente sirve como amplio preámbulo para el libro 2 y que lo que cuenta me resulta incluso trillado. Área X recuerda enormemente a la Zona de Pínic al borde del camino, de los hermanos Strugatski, con su región de anomalía absoluta donde la comprensión meramente humana es imposible. El mismo Lem, que no entendía Pínic al borde del camino, escribió más de una novela sobre el enfrentamiento a lo totalmente incomprensible, sobre el toparse de bruces con la alteridad más radical.

En Annihilation el Área X, que está completamente desacoplada del mundo, se presenta como metáfora posible de las relaciones entre personas o se menciona de pasada su conexión con otros puntos del planeta. Es interesante que la opinión de la bióloga sobre su marido vaya cambiando a medida que se va enfrentando a la extrañeza, como si la zona incomprensible los fuese uniendo a pesar de su catastrófica separación.

Pero no es suficiente. Mientras leía no podía deshacerme de la sensación de que todo esto ya lo había leído con una ejecución mucho mejor. Como novela individual no aguanta nada bien, sobre todo dando a entender que los misterios de Área X son solubles, que hay una razón que los seres humanos podemos entender. Siendo una obra anglosajona quizá debamos asumir que una explicación y se nos dará en algún momento.

Supongo que es lo malo de ser un prólogo.

Por suerte, el segundo libro mejora considerablemente.

Categoría: Silva

Pedro Jorge Romero

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