Una divertida canción sobre las fantasías de inmortalidad prometidas por fantasías futurológicas que prometen su particular «tecnocielo» extrapolando malamente la situación tecnológica actual.
Yo me lo imagino así. Alguien, llegada a cierta edad, descubre que se va a morir. No lo descubre en el sentido de saberlo intelectualmente, sino en el sentido de sentir de pronto que el final está, por optimista que uno sea, más cerca que el principio. Unos se vuelven hacia la religión, otro lo aceptan como un hecho más del mundo y algunos pocos recurren a la ciencia ficción.
(vía Amor Mundi)