Cuando empecé en la ciencia ficción, Juan Carlos Planells ya era una figura grande en ese mundo, un crítico de una finísima capacidad de análisis y una de esas personas que simplemente «lo sabía todo». No es que yo estuviese siempre de acuerdo con sus ideas y opiniones, de hecho, solía estar en desacuerdo, pero Planells poseía una de esas inteligencias con las que vale la pena discutir, una de esas mentes privilegiadas que vale la pena haber conocido. Murió a principios de este mes, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de recordarle.
Colaboró muchas veces con BEM, pero en realidad sólo le vi en unas pocas ocasiones (memorables algunas; todavía recuerdo la cara que me puso cuando le dije que el volumen de los cuentos completos de Dick era una excelente almohada). Pero conocerle sólo por lo que escribía fue ya una suerte. Aunque tengo la impresión de que la ciencia ficción española nunca le reconoció debidamente y creo que fue una lástima. Una selección de sus escritos sobre el género sería todo un regalo y alguien debería ponerse a ello.
Y por lo demás, pueden leer el recordatorio de Juan Carlos Planells que ha escrito nuestro amigo común Joan Manel Ortiz.