Después de 6 libros, uno sospecha que un escritor —aún disponiendo de la imaginación más que fertil de Jasper Fforde— ya no podrá sorprenderte. Admito pues que soy un hombre de poca fe, porque esta novela me sorprendió tanto nada más empezar que incluso estuve a punto de no leerla por la dislocación que me provocaba la idea central. Y el resultado es tan divertido, está tan lleno de ingenios y plantea un viaje interior tan bueno como cualquiera de los libros anteriores.
Volvamos un poco atrás.
Thursday Next es la protagonista de una serie de novelas que trasncurren en una especie de realidad alternativa (en el primer libro —El caso Jane Eyre—, por ejemplo, la guerra de Crimea dura ya más de 100 años). En ellos hay especies reconstruidas, viajes en el tiempo e incursiones al mundo literario, porque lo que sucede en el mundo de los libros es tan importante como lo que sucede en el mundo real.
Pero hete aquí que en algún momento Thursday se hizo tan famosa en su mundo (al que ha salvado en más de una ocasión) que se escribieron novelas sobre ella (que no son exactamente las novelas que hemos leído, un detalle que es parte de la trama de éste libro y el anterior). Es más, se escribieron dos versiones, con dos personalidades muy diferentes para la protagonista. En el libro anterior —First Among Sequels— la situación se simplificaba dejando sólo a la Thursday real y a una de las versiones del mundo literario.
Pues bien, al arrancar esta nueva entrega, descubrimos que la protagonista de la novela no es la Thursday de siempre, que ha desaparecido en misteriosas circunstancias, sino su equivalente en el mundo de los libros, que debe enfrentarse al reto de mantener las novelas en pie, lidiar con las restricciones impuestas (por ejemplo, en las novelas no aparece el mundo literario, al contrario que en las novelas que nosotros hemos leídos), personajes díscolos y demás. Y para colmo, es requerida para realizar una investigación y hacerse pasar por la Thursday real. Pero esta Thursday carece por completo de la fuerza de carácter de la verdadera Thursday Next.
O eso parece. La conspiración es tan vasta, lo que está sucediendo es de tal importancia, que bien podría ser que esa Thursday fuese la real, que para ocultarse se esté haciendo pasar por la versión ficticia. Es una posibilidad como otras que se plantean a lo largo de la novela, que se dedica periódicamente a explorar formas de que la Thursday ficticia pudiese ser la Thursday real. Y es que la pobre, que narra en primera persona, está tan poco segura de sí misma, tiene un carácter tan débil, que ni siquiera está segura de saber quién es.
(No voy a seguir, pero sólo comentar que la solución a ese misterio en concreto, con el estilo habitual de Jasper Fforde, es a la vez lo esperado y lo inesperado).
Pero, aparte de los problemas sobre la naturaleza concreta del ser, hay muchos problemas en el mundo de los libros.
Hace poco se ha rediseñado, convertido ahora en un mundo hueco en cuya superficie interior se distribuyen los distintos géneros literarios convertidos en continentes e islas. Desde cualquier punto de la superficie interior se ve cualquier otro punto. Y en el centro de la esfera hueca hay una zona ingrávida de la que resulta imposible escapar.
Y hay truenos de guerra. La amenaza de un conflicto entre géneros, con las tropas congregándose en las fronteras (y no vean cómo pelean los ejércitos de Comedia) y amenazando con una larga y sangrienta lucha. Por tanto, hay que desmontar toda una conspiración, recorrer géneros (como Fan Fiction), remontar el río metafórico, enfrentarse a todos los clichés literarios habidos y por haber, huir de los misteriosos Men in Plaid y recordar siempre dar cuerda a su androide. Pobre Thursday ficticia, intentando salvar su mundo, sus libros y su modelo real. Y visitar al hombre al que ama por designio y al que no puede tener.
Jasper Fforde ha sido muy inteligente, la verdad. Como Thursday Next es ya un personaje demasiado grande, con demasiada experiencia, encontró la forma de sustituirla por una versión que puede crecer a lo largo de la narración. Ése —junto con los continuos juegos con lo literario y una trama divertida e ingeniosa— es uno de los placeres de esta novela. Si te gustaron las anteriores, no te la puedes perder.