Parece que le ha gustado tanto como a mí:
Cometí un error con 1Q84: leerme la primera página. Puede parece el típico argumento absurdo, yo mismo me he reído de cosas así cuando se lo he escuchado decir a otras personas: «Es que te lees la primera página y no puedes parar». Verídico. Era algo que había experimentado en menor medida con los otros libros del autor que he leído: Tokio Blues, una melancólica historia de pérdida y personajes aislados; y After Dark, una narración onírica de una noche cualquiera en la ciudad de Tokio. En ambos textos, aunque podría decirse que cubren los dos extremos del estilo narrativo de Murakami, los personajes son el eje de la narración: sus miedos, sus anhelos, sus problemas y sus enfermedades; parecen estar ahí como hilo conductor de una trama en la que los acontecimientos quedan en un segundo plano. 1Q84 no es menos y va mucho más allá en términos de desarrollo de los personajes protagonistas. Como si fueran las capas de una cebolla, Murakami nos desvela muy lentamente el pasado de Tengo y el de Aomane, un pasado que guarda una importancia crucial y más de una sorpresa para el futuro de ambos.
vía 1Q84.