Este libro no es exactamente una guía para aprender a hablar en público. En ese aspecto, es muy fiel a su título. Se trata, efectivamente, de confesiones de un señor que se dedica a hablar en público, sobre todo de los fallos y errores que comete cada vez que se planta frente a la multitud a hablar de un tema. Y eso que él es un profesional.
Me gusta esa aproximación. Primero, porque sus anécdotas son entretenidas de leer, y como no oculta fallos, esa actividad que tanto miedo da (aunque no es la que más miedo produce, como nos recuerda) no es tan temible, que incluso alguien que se gana la vida con ellos puede hacerlo mal, y varias veces en la misma charla. Y encadenando un fallo tras otro va ofreciendo consejos y técnicas para mejorar. Leer este libro no te convertirá en un gran conferenciante, pero es muy probable que te entretenga, que aprendas un par de trucos y que acabes con una buena comprensión de esa profesión tan curiosa.