Como muchas personas interesadas en los libros y en el libro electrónico, fui a mirar qué era eso de Libranda.
Esperaba otra cosa.
Libranda es como un bus al que le falta una rueda pero se posiciona como un servicio de transporte público. Al subir te pregunta tu destino. Una vez localizado –si lo encuentra en su limitada base de datos de lugares-, te explica lo bonito que es y te ofrece una lista de servicios de taxis a los que puedes llamar para llegar hasta allí. Al venir el taxi, tienes que volver a indicar el destino porque el servicio es tan poco servicial que es incapaz de comunicarlo de antemano.
No puedo evitar pensar que alguien ha pretendido preservar como fuese todas las capas del sistema físico de venta de libros. Pero viendo el resultado, no puedo evitar pensar que sobra más de un paso.
Quiere ser una web que acerca el lector al libro electrónico. En realidad nos muestra el miedo que las editoriales le tienes a este nuevo medio.
Os invito a leer este post que acabo de publicar sobre el futuro del libro digital:
http://observadorsubjetivo.blogspot.com/2010/07/escritores-dando-conciertos.html