Cuando Lilo y Stitch recuerdo un comentario sobre el mensaje final de la película: no importa lo peligroso que pueda ser para todos, si tienes un contrato firmado puedes quedarte con tu arma de destrucción masiva, porque los contratos son más importantes que todo lo demás. Una filosofía más que razonable, se añadía, desde el punto de vista de los abogados de la empresa. Aunque siendo justo, ese recurso no era más que una trampa que usaba la jefa para no tener en cuenta el bienestar de los demás y dar un final feliz a la historia.
Es algo que suele pasar con las películas, y sobre todo con las de dibujos animados: en cuanto uno presta un poco de atención, el mensaje suele ser para poner los pelos de punta. Por suerte, uno no suele prestar atención.
Por ejemplo, ¿qué consejos te da la famosa sirena?
(vía Evolving Thoughts)