Estoy de acuerdo con el comentario de When Print Becomes Precious: el crecimiento del libro digital no restará valor al libro impreso, sino que lo incrementará. Es decir, con el libro digital desaparecerán sobre todo los libros de bolsillo, que son precisamente los peor editados. El libro que además sea objeto seguirá existiendo, porque se tratará de ediciones cuidadas que aportarán ese algo más. Evidentemente, no todos los editores podrán pasarse a ese tipo de libros.
Un ejemplo:
Totalmente de acuerdo. Estoy convencido de que el mercado de libros «de usar y tirar» (es decir, los de bolsillo y ediciones para prensa por ejemplo) es el que más se va a ver afectado por el libro electrónico, ya que normalmente los leemos una vez y ya (acaban prestados u olvidados en algún rincón). Y si queremos conservar el libro no compramos la edición de bolsillo, claro.
La impresión bajo demanda y las ediciones cuidadas son la salida que yo veo más natural para las ediciones en papel. Ya veremos lo que pasa.