La recomendación de siempre (ya no sé de qué color hacerla): NO leer a menos que hayas visto el episodio.
Oh, Ben, Ben, Ben, Ben, Ben, criatura, ¿qué te han hecho? ¿Cuándo te castraron? Vale, tenía asumido que llegaría un episodio de la sexta temporada que no me gustaría, pero ¿tenía que ser el tuyo? Con lo gran personaje que eras. Vale, en realidad, si logras sobrevivir a este episodio es precisamente porque eres un gran personaje y el actor que tienes detrás lo hace muy bien.
Nos vuelven a contar lo que ya sabíamos. Sí, te dolió la muerte de Alex. Te vimos llorar su cadáver a solas. Mucha gente creyó que eran lágrimas de cocodrilo -que actuabas para beneficio de algún ente invisible-, gente para la que el gris no existe y le resulta inconcebible que puedas ser un asesino y amar a tu hija. ¿Pero era necesario hacer todo un episodio para ellos, para explicarles que mataste a Jacob bullendo de furia? El jefe había manipulado toda tu vida -al final incluso sacrificaste a tu hija- y él tipo se planta ante ti y te dice “¿y qué?”. Se merecía la puñalada. Encima, más allá de la tumba, tiene la desfachatez de decir que en el último segundo tenía la esperanza de que te comportases de otra forma. Después de haber destrozado tu existencia, ¿esperaba qué? Vaya un imbécil.
Por supuesto, nada de eso te exime de la culpa que te toca, sobre todo por la muerte de Alex, por haber matado a Locke, por la muerte del propio Jacob y muchas más. Pero no hacía falta que lo confesases, porque todo eso ya lo sabíamos… No es que te hubiésemos perdonado. Primero, porque no estoy seguro de que merezcas perdón; ésa es precisamente tu gracia como personaje. Segundo, porque tampoco te hacía falta.
Pero me estoy adelantando. Vamos por partes. Primero, el regreso de Richard Alpert, la oveja descarriada.
Richard Alpert ha perdido la fe. ¿Quién no la perdería? Su dios menor ha muerto y encima Flocke –que debe ser el Adversario de esa religión- le da una paliza. Es para planteárselo. Además, descubre que, por si las humillaciones no fuesen suficientes, Jacob no se había molestado en explicar de la misa ni la mitad. El pobre lleva en la serie desde la tercera temporada y resulta que un advenedizo como Dogen –que no suma ni dos horas de pantalla- estaba enterado de lo que pasaba. Mientras tanto, el pobre Richard –mano derecha de Jacob, su pie izquierdo y probablemente hasta su bazo- no sabía nada de nada. Por lo que ha decidido suicidarse.
Meditemos un momento sobre ese salto de lógica que nos lleva de “Jacob, cabrón” a “me voy a matar”.
Como quiere suicidarse, pasa primero a recoger a Jack y Hurley (¿sabía dónde estaban o se los encontró por casualidad?). A continuación se los lleva al Black Rock. Es un buen detalle, porque en el Black Rock hay dinamita –inestable-, lo que nos sirve para recordar a Arzt, que murió por una explosión de dinamita y además sale en el episodio; adicionalmente nos permite establecer una relación con la línea X y nos prepara para que un episodio posterior nos cuente la vida de Richard Alpert en el Black Rock. Bien, Richard quiere la dinamita para morir. Pero, he aquí el problema, él no puede matarse a sí mismo.
¿No les resulta curioso? Han aparecido parejas que no podían matarse mutuamente y que precisaban de la agencia de un tercero. Flocke no podía matar a Jacob. Ben y Widmore no podían matarse. Pero resulta que Richard no puede matarse a sí mismo. Vale, Richard es inmortal, pero eso de que no puede suicidarse me provoca la impresión de que es doble de sí mismo. Y por cierto, su inmortalidad, nos lo confirma, es un don de Jacob, que recibió al tocarle. Lo que me hace preguntarte qué otros dones habrán recibido los demás tocados.
Pero a lo que íbamos. Richard quiere que Jack o Hurley enciendan la mecha de la dinamita. Pero Richard es un hombre considerado y les dice que puede ser una mecha larga, para que les dé tiempo a escapar. Menos mal, durante un segundo pensé que quería pasar la eternidad acompañado. Por supuesto, nadie querría volar a Richard Alpert por los aires, sobre todo con esos ojos que tiene. Pero Jack está en plan “me convertí de camino a Damasco” y le dice que vale, que él enciende la mecha.
Me resulta curioso que sea Jack el que demuestre fe. No curioso que la tenga, ya que después de su episodio en el faro, es normal. Jack llevaba ya un tiempo dudando, pero en aquel episodio terminaron de desmontarlo por completo, convirtiéndolo en un hombre de fe, acercándolo a la figura que es en la línea X y a lo que era Locke en la isla. Pero curiosamente, Hurley, que ve y habla con Jacob, es el que sale corriendo y no quiere saber nada. Es decir, la persona que tiene pruebas –y sabemos que las acepta como reales, precisamente porque actúa siguiendo las instrucciones de Jacob- es el que no demuestra fe. Supongo que si sabes la fe no te hace falta. Si no sabes, entonces la fe es necesaria.
Richard y Jack se sientan juntos, esperando a que la mecha se consuma. Jack dice que la dinamita no estallará. Richard no se lo cree, porque ha perdido la fe. La mecha, por supuesto, no llega a la dinamita y no pasa nada. Porque la isla –o el poder superior- no lo ha permitido. Que felicidad. Jack consolida su fe y Richard recupera la suya. Eso sí, tienen la precaución de no intentarlo de nuevo, no vaya a ser que realmente hayan confundido casualidad con destino y la segunda mecha no tenga tanta cortesía.
No soy capaz de explicarte lo chorra que me resulta esa escena, así que no lo voy a intentar. Pero en una serie llena de misticismo, con personajes que ya llegaban conversos o se convertían de camino, este proceso de cinco minutos suena a “había que ponerlo en algún sitio y aquí mismo vale”. Y ahora Jack y Richard hablarán un rato, pero no mucho, que se van a la playa.
Mientras tanto –vale, unos años antes- en la línea X nos hablas de Napoleón en Elba. ¿Hablas de ti mismo? Eso parecería, sobre todo porque nombras Elba, una isla. Pero no es Santa Helena, sino Elba. Porque de Elba Napoleón regresó con su título –igual que tú tienes el título de doctor- mientras que de Santa Helena no salió nunca. Pero no lo creo, creo que lo mencionas por otra razón, aunque durante un buen trozo del episodio da la impresión de que se refiere a ti.
Comprendo también la metáfora. El instituto es la isla. El director es Widmore, que tú consideras un inútil y al que aspiras a desterrar. Y te viene la oportunidad cuando Alex, que no es tu hija en la línea X pero como si lo fuese, te revela que el director mantiene relaciones ilícitas con una mujer, igual que Widmore, cuyas relaciones ilícitas con una mujer del exterior le ganaron la expulsión de la isla. El destierro de una isla a otra. Y por cierto, cuando Alex te cuenta lo que sabe, estás mirando una página con un barco que se parece al Black Rock.
Comprendo tu sensación de impotencia. Tú que fuiste un emperador en tu isla, eres ahora personaje secundario en otra. Es más, todo iría mejor si mandases tú. Y mira quién te anima, nada menos que Locke, al que en la isla tratabas como a un perro. Para que veas, no era tan tonto: sabe reconocer la grandeza.
Tu padre tampoco te lo pone fácil. Se siente mal el hombre, su hijo podía haber sido grande –si supiese- de haberse quedado en la isla. En realidad nos pasa a todos. Todos hubiésemos sido grandes sólo si se hubiesen dado estas o aquellas circunstancias. En nuestro mundo, casi nadie consigue ser protagonista de una serie de televisión de aventuras, de gran éxito, y muchos deben conformarse con un doctorado y dar clase en un instituto. La mediocridad es nuestro destino. Lo que me lleva a pensar: no será que la isla es ficticia y la línea X la realidad, ¿verdad?
Con qué cuidado le han escrito los diálogos a tu padre. Nos confirma tu presencia en la isla en esa realidad X, pero no nos dice la razón para salir de allí. ¿Tú también te sumergiste en el baño de la resurrección o eres el Ben que habría sido sin esa experiencia? ¿Disparó o no disparó Sayid? ¿Había un Sayid que hubiese podido disparar? ¿Los perdidos corrían por allí o hablamos de una línea muy diferente?
Me gustó mucho el detalle de que tu padre necesite botellas para respirar, considerando que en la isla lo mataste con un gas venenoso. También parece un señor diferente. Muy mayor, claro, pero también más tranquilo y hablador. No se parece al borracho que conocimos en la isla. ¿Tu madre murió en esta realidad? Voy a asumir que sí. En cualquier caso, como suele pasar en la línea X, da la impresión de que tú también te has reconciliado con tu padre. Me pregunto cuál será la reconciliación final que justificará todas estas mini-reconciliaciones; ¿quién es padre de quién en la isla?
Y mira el aliado que te has buscado. Arzt, el profesor de ciencias que salió en la serie para poder morir dinamitado (no podrá quejarse de salida espectacular). Mira que era pesado ese hombre. Pero cómo cayó de bien. Tanto que ha reaparecido varias veces. Y ahora vas a pedirle ayuda. Fue divertido verte aplicar tus superpoderes de persuasión. Pero la verdad es que no te funcionan muy bien, quizá porque no eres el mismo Ben de la isla. Arzt consigue sacar contrapartidas, mientras que en la isla una mirada tuya habría bastado para que tus aliados diesen saltos hasta el techo.
Pero se cumple el plan, consigues las pruebas y allá vas a chantajear al director. También es raro, porque en la isla apenas te hubiese hecho falta. En la isla hubieses amenazado con matar a un miembro de su familia o a su gato. Le hubiese roto las piernas, le hubiese lavado el cerebro, le hubieses encerrado en un taller mecánico para tiburones Dharma. Y en todo momento le hubieses hecho creer que ganaba él. Pero vamos a aceptar chantaje como quien acepta pulpo.
De nuevo, no eres el Ben de siempre. Eres otro Ben y la verdad es que me gustaría saber por qué. Siento mucha curiosidad. Eres buena persona y Michael Emerson consigue transitar por una línea delgada que a veces da a entender el Ben de siempre y a veces nos deja ver a otro Ben distinto. ¿Qué pasó con esa piscina? Digo que no eres el de siempre porque el director te contrachantajea (mira qué tío, se las sabe todas). Si tú le destrozas la vida, te quedas con su puesto y demás, él destroza la vida de Alex. Pero si le dejas vivir, la carta de recomendación que le va a escribir a Alex será tan extraordinaria que a la muchacha le concederán tres premios nobeles nada más terminada su redacción.
Nunca entenderé qué te impidió en ese momento decirle “quiero tu puesto, quiero la plaza de aparcamiento, quiero el teléfono del tío que te corta el pelo y QUIERO una carta de recomendación maravillosa para Alex o cuento lo tuyo”. Serás doctor en historia europea contemporánea, pero como chantajista vas fatal. La verdad, tú sigue contando lo de Napoleón. Vuelvo a plantearme lo de la piscina, francamente. A estas alturas empiezo a sospechar que a ti en la línea X nadie te pegó un tiro.
El problema es que en cuanto aceptamos esa dualidad –o Alex o el puesto de director y cambiar el instituto para cientos de alumnos con la correspondiente mejora en sus vidas (opción preferida por un simple cálculo utilitarista)- sabemos ya lo que va a pasar. Simplemente no hay misterios. Llevamos varios episodios seguidos que concluyen con la redención del personaje X protagonista, pero con los suficientemente elementos sorpresa como para no saber cómo se producirá la redención (sólo sabemos que habrá niños de por medio, y tu caso no es una excepción; aquí eres hijo y padre). Pero si Alex está presente, ya sabemos que no la vas a traicionar, de hecho, lo sabíamos ya en cuanto apareció y dijo lo de la carta: al final le ibas a conseguir la maldita carta, eso era seguro. Y todo porque la dejaste morir en la isla y por tanto en la línea X debes hacer lo contrario.
Hasta el último segundo deseé una sorpresa, que hubieses encontrado la forma de tenerlo todo. El Ben de la isla no lo logró: quiso tener a Alex y a la isla y acabó perdiéndolos a los dos. Pero tú eres más listo. Eres doctor. Pero te sacrificaste, como sabíamos que te sacrificarías. En la línea X Alex sigue siendo tu hija y te portaste como un padre. Has ganado hija y humanidad. Justo todo lo que perdiste en la isla.
Curiosamente, en la isla también hay problemas de hijas y padres. Sólo que el padre es Jacob y la hija Ilana (ésta da a entender que Jacob no es realmente su padre, pero en la serie es un detalle que apenas importa). Como buena hija llora la muerte de su padre y está dispuesta a vengarle. Te somete a esa deliciosa tortura psicológica que consiste en hacerte cavar tu propia tumba. Te mereces sufrir un poco, la verdad. No es que yo te quiera mal ni nada, pero bueno, eres un poco malo y te mereces sufrir. Tampoco te quejes. Jack te pegó una tremenda paliza. Y no hablemos de Sun. Dentro de lo que cabe, Ilana te trata con exquisito cuidado. Se ve que te quiere entero cuando te mate.
No sé si Flocke intenta reclutarte o no. Podría ser, apareciendo de pronto y diciéndote donde hay un rifle y eso, y ofreciéndote un puesto en su organización. Y mira si tiene poderes que puede soltar tu cadena. Considerando que en ese momento estás cavando tu propia tumba, la propuesta de Flocke suena a una de esas ofertas que no puedes rechazar. Tú te lo piensas y sales corriendo. Ilana corre detrás de ti. La verdad es que creo que Flocke quería que te matase y pensó que esa era una buena forma. Vamos, no tengo ninguna prueba ni nada, pero me da esa impresión.
En cualquier caso, lo que sucede a continuación es la mayor sorpresa del episodio. Coges el rifle y apuntas a Ilana. Ilana deja el suyo –primera sorpresa- y tú no la matas –segunda sorpresa. Como en ese momento no eres el Ben de la línea X, es ciertamente sorprendente, porque el Ben anterior de la isla no habría vacilado. Pero tienes otros planes. Quieres confesarte. Quieres que alguien sepa por qué hiciste lo que hiciste y, sobre todo, cual es tu carga, que no es haber matado a Jacob, sino haber dejado morir a Alex. Michael Emerson lo hace muy bien, y admito que consigue que una escena donde cuentas lo que todos ya sabemos quede emotiva. Incluso, por si no nos hemos enterado, nos cuentas de qué va el episodio: del poder que siempre ansiaste y cómo el ansia de poder te hizo perder lo que más querías. Tu doble en la línea X aprendió antes que tú, y renunció al poder para proteger a su hija. Confesarte te viene bien, porque antes de ese momento intentaste usar con Ilana todos los trucos de Ben, todas las mentiras y falsas sonrisas, y no te sirvieron de nada. No sólo perdiste superpoderes en la línea X.
La tercera sorpresa es que Ilana te deja vivir. Es más, confiesas que irás con Flocke –porque es el único que te aceptará- y ella está dispuesta a recibirte en su grupo. Quizá Ilana sepa que eres sincero –de la misma forma que antes sabía que mentías- o quizá simplemente sabe que Jacob era un dios cruel. En cualquier caso, entre matarte, dejarte ir con Locke y aceptarte, te permite ir con los suyos. Una razón habrá, pero no la tengo muy clara.
Dije antes algo sobre lo mala que era la escena de Richard y Jack. Pero comparada con lo que viene a continuación, el rollo de la dinamita es una obra maestra de la televisión: aparece Widmore en su submarino atómico (en mi imaginación, Widmore no se conforma con nada por debajo de un submarino atómico) cargado de misiles balísticos intercontinentales (lo dicho). Mira, Napoleón escapando de su isla prisión y regresando a la isla que cree que le pertenece por derecho. Supongo que usará los ICBM y arrasará la isla por completo. Luego se dirigirá a Flocke y le dirá: “Hoy la maté. Que se quede aquí con sus pilchas, ya no hará más perjuicios”. Ya no habrá isla que disputarse.
Una cuestión adicional sobre el retorno del caballero británico. Todos asumimos que Widmore es malo (si resulta ser el bueno de la serie nos vamos a reír), al menos en oposición a Ben, que será malo, pero es nuestro malo. Pero, ¿es la presencia que esperaba Jacob? Porque vamos, lo lógico sería pensar que pertenece al bando de Flocke (no es que crea que Flocke es malo, pero hay que admitir que está matando a mucha gente). Si realmente es así, entonces Jacob estaba esperando a otro grupo que no se nos ha revelado. Quizá cuando cuenten los del Black Rock…
Antes de despedirme, decirte que me gustaron mucho los dos libros que encontraste al rebuscar en la choza de Sawyer (junto con la revista erótica). La verdad es que la biblioteca de la isla está increíblemente bien surtida. Uno se titula “Justicia y verdad en acción” y viene firmado por Disraeli (aunque, aparentemente, el hombre no tiene nada con ese nombre), un título que parece especialmente ajustado a este episodio, ¿no crees? (el hecho de que por lo visto ese libro no exista ¿es otra pista a favor de que la isla es falsa?). El otro se titula The Chosen y parece referirse a ti. O quizá a otro, ahora que hay tantos elegidos corriendo por la isla. Pero curiosamente, si uno mira el argumento de ese libro, descubre que va de dos jóvenes amigos, de fe religiosa, de enfrentamientos familiares, de épocas tumultuosas. Quizá sea algo que ya ha pasado, o quizá sea más bien una indicación de lo que está por venir.
A mí el momento submarino me encantó precisamente por las mismas razones por las que tu lo rechazas. Ese periscopio de jueguete me pareció taaan de folletín, tan de serial de los 40, tan de novelita. que no pude menos que aplaudir.
Sí, para mí es como un cubo de Necker. A veces también me encanta precisamente por eso que dices. Pero cuando escribía no me gustaba 🙂
Yo quiero saber si lloraste.
-» … nadie querría volar a Richard Alpert por los aires, sobre todo con esos ojos que tiene» –
La carcajada que me has hecho soltar.
Casi me gustan más tus elucubraciones que el capítulo original.
Al final, lo mejor de Lost son las horas de charla que nos da.
Por cierto, de acuerdo de que Flocke mata bastante, pero recuerda la matanza en la que gasearon a los de la iniciativa Dharma, librándose tan solo Ben ¿a cuantos liquidaría el bueno de Jacob en esa acción? Eso sí, indirectamente, que Jacob no se mancha las manos de sangre, que él va de blanco.
Y ya algo personal: me decepcionó que no estallara la dinamita y tener que ver a Jack convertido en un «hombre de fe» 🙂
Yo no acabo de ver que Jack se convierta en un hombre de fe, sino más bien en un hombre al que Jacob de da las pruebas que necesita para creer, en oposición a Locke. De hecho lo de la dinamita lo considero la prueba empírica que necesita Jack para corroborar la teoría descubierta en el faro.
@enhiro: A eso me refiero, considerando su valor como prueba, eso es fe y lo demás son tonterías 🙂
Hombre, está claro que para que la prueba sea estricta tendría que haber probado a detonar al menos 33 cartuchos con 33 mechas cada uno. O 33 formas distintas de suicidarse. Pero tampoco estamos en un laboratorio, y supongo que el conjunto de evidencias de que en la isla pasan cosas raras es más que suficiente. No sólo está el cartucho, Jack acaba se sobrevivir a una explosión nuclear en sus narices, ha visto un faro en el que se refleja su casa, un Alpert por el que no pasan los años. Vamos, que pruebas para creer sin fe creo que tiene a patadas.
@enhiro: No me lo parece a mí. Tiene pruebas, como bien dices, para creer que pasan cosas raras. Que esas cosas raras se deban a que hay un destino reservado para él, eso es fe. Pero tampoco soy muy estricto, creo que con 5 ó 6 cartuchos habría bastado.
Sin mebargo, Hurley sí que sabe que Jack tiene un destino, precisamente porque Jacob se lo ha dicho. Pero sale corriendo. Un hombre inteligente. La diferencia entre Jack y Hurley es, claro, que Jack siempre ha buscado su razón de ser, y por tanto eso del destino le viene fácil. Hurley se conforma con estar vivo.
El caso de Jack y Alpert y el cartucho de dinamita me ha recordado a Michael, que tampoco pudo morir hasta que terminó su «misión».
Por cierto, no será que el cartucho de dinamita en realidad no explotó porque Hurley, que sí es importante para Jacob, no se alejó lo suficiente de la Perla Negra que está a tope de explosivos. ^_^
@fllort: Qué explicación más genial.
me encanta leer tus conclusiones, sigue asi! felicidades
Expresas al escribir muy bien lo que quieres decir.
Y por eso, en este caso, no comparto tu opinión.
Dr. Linus, para este que no escribe, redondo. El juego de los
espejos a la perfección. Las escenas que a ti no te gustaron, a mi me encantaron.
Diversidad de opiniones. Y, claro, supongo que me equivoco.
Saludos y te sigo leyendo todas las semanas