Lost, 6ª temporada, episodio 6, “Sundown”

Nuevo cargamento de elucubraciones perdidas. No leer si no has visto el episodio.

En la imaginación popular, la característica más saliente de un boomerang, sea cierta o no, es que vuelven. Y el boomerang de este episodio, que ha viajado desde Australia para alterar la vida de una familia iraquí en California, hace que retorne del pasado la foto de una joven.

La escena es así.

Un hombre sentado a una mesa. Una mujer. Los niños entran corriendo, con el boomerang y la foto. Los niños son hijos de ella, pero él no es el padre de los niños ni el marido de la mujer. Pero la foto hace explícito un hecho que nosotros ya sabemos cierto, porque el hombre es Sayid y la mujer Nadia: él la ama y la ha amado siempre. Ahora se acomodan todos alrededor de la mesa, como si quisiesen componer el retablo de una familia perfecta, una familia que debería existir, la familia que a nosotros nos gustaría que fuese. Pero Sayid es una figura trágica, un héroe fallido, un hombre que transita una extraña y delgada línea moral de la que a veces se cae para un lado y a veces para el otro.

Pero hay un problema. Al fondo de la imagen hay un hombre, un hombre enfadado. ¿Está enfadado por la llamada que acaba de recibir o por lo que la foto ha dejado en evidencia? El hombre es el padre de los niños, el esposo de la mujer y el hermano del hombre. Sin embargo, no ocupa el mismo plano que estos. Está retirado, encajado incluso en un espacio totalmente diferente. Le vemos a través del hueco de una puerta, como si hubiese abandonado ese lugar. Su presencia en ese punto es remota, como si él fuese el extraño, el elemento no ajeno a la escena.

Y así, en una sola imagen, se dibujan los ejes de este episodio: uno la dualidad entre hombres, en este caso hermanos, y el otro la línea formada por niños y una persona que ya no existe . Al contrario que episodios anteriores, no se trata de encontrar la redención en algún acto del presente, ni tampoco va sobre el conocimiento, el ascenso o el descenso a algún lugar simbólico. En su episodio, Sayid no cambia de plano, siempre está en el mismo lugar. Es su interior el que se mueve siguiendo una línea que quizá se proyecta sobre una dimensión más difícil de visualizar, sobre una cuarta dimensión que se nos escapa.

En cierta forma, el Sayid de la línea X –al contrario que otros personajes vistos anteriormente- no precisa resolver sus conflictos y encontrar su lugar en el mundo. Desde mi punto de vista, ya lo ha hecho cuando comienza el episodio. Se ha fabricado una vida que está dispuesto a aceptar y con la que puede vivir, y con la que ya lleva años. Este Sayid ha renunciado a Nadia y si el episodio insiste en lo mucho que la quiere es precisamente para dejar clara la magnitud de su renuncia. Lo ha hecho porque cree no merecerla, o, lo que viene a ser lo mismo, para pagar sus actos del pasado. Torturador y asesino, Sayid se ha impuesto una pena y la cumple. Nadia está casada con su hermano, con el que tiene hijos, y así Sayid puede disfrutar de una familia prestada, puede volver periódicamente a ese hogar, para disfrutar y torturarse. Quizá para él sea lo mismo. En cualquier caso, Nadia y esa familia en segundo grados ocupan claramente el centro moral de su existencia.

Yo veo a un Sayid mucho más tranquilo, mucho más reflexivo. Incluso cuando se le ve saltar, en la escena del hospital, luego descubrimos que no fue en busca de venganza –por mediación de Nadia, que parece capaz de darle el rumbo correcto- sino a cuidar de los niños. Incluso soporta al imbécil de su hermano, que tiene de todo gracias a Sayid pero que parece incapaz de mostrarse mínimamente cortés, que incluso tiene la desfachatez de descargar sus problemas –debe dinero a un gangster- sobre los hombros de Sayid pidiéndole prácticamente que mate a alguien. Desde el punto de vista de su hermano, el que fue torturador lo seguirá siendo. Sayid curiosamente le dice que ya no es esa persona, porque a este Sayid no hubo que meterlo en una piscina para cambiarlo, cambió solo.

Como he dicho antes, parece que después de la paliza a su hermano, Sayid va a saltar en busca de venganza, pero le calman. Cuando Nadia vuelve a casa se encuentra a un Sayid que ha acostado a los niños –como padre temporal que está siendo- y ahora intenta reconstruir un jarrón hecho pedazos. Un problema con el boomerang, dice, que ha roto el jarrón como también rompió parte de la tranquilidad familiar. Uno llega a plantearse si su hermano no quiso enviarlo contra los gángsteres con la esperanza de que éstos acabasen con él, un poco como Dogen manda al otro Sayid contra Flocke con la esperanza de que éste le dé muerte.

Sayid deja el jarrón a un lado sin terminar de reconstruirlo. En realidad, la tarea es un poco absurda, porque hay cosas que no se pueden recomponer, porque aún juntando todas las piezas, el conjunto es ya imposible. Es cierta forma, así es la vida de Sayid. Está rota e incompleta, pero es lo que hay. Creo que este Sayid ha aceptado que no puede arreglar nada de lo que hizo, que puede someterse al castigo e intentar vivir así.

El problema de los gángsteres es que no saben parar a tiempo. Un día va a recoger a los niños y los gángsteres aparecen. Quieren hablar con él y cometen un error: hacen referencia a los niños. Sayid se convierte en ese punto en uno de los muchos personajes de Perdidos que harían cualquier cosa por defender a sus hijos, aunque no sean realmente suyos. Es cierta forma, estoy seguro de que si los gángsteres hubiesen amenazado con matar a su hermano, no habría pasado nada.

Vuelve Keamy, una conexión negativa con la isla, que resulta ser el jefe de los gángsteres. Se ve que cuando eres un matón, no hay nada que el multiverso pueda hacer para evitarte ese destino. Sayid está tranquilo, presta atención, decidiendo lo que va a hacer, aunque nada feliz por lo que va a pasar. Este Sayid mata con eficacia y rapidez. Incluso parece vacilar un momento, aunque se asegura de completar la tarea. Keamy es demasiado peligroso. Y luego abre una puerta y se encuentra a Jin atado, una conexión positiva con la isla, un ancla.

Extrañamente, la parte de Sayid X termina en ese punto. Lo que acaba de hacer, sus razones para hacerlo, la relación con su hermano, la relación con los niños, es lo que se supone que debemos ver. Creo que en cierta forma debemos juzgar si Sayid actuó correctamente. En suma, debemos juzgar la dimensión moral del Sayid X.

Comentaba que es curioso que Sayid actúe como padre, porque las relaciones de padre, madre, hijo o hijas son muy abundantes en la serie. Es más, podría decirse que es su tema fundamental, por encima de cualquier distracción sobre la isla o el humo negro, ya que pocos son los personajes que no han tenido problemas con sus padres. Muchos son también los que, de alguna u otra forma se han convertido en padres, aunque para ello hiciese falta una línea temporal alternativa. En este episodio, se da al menos tres veces. No sólo es Sayid X una especie de padre, sino que Dogen cuenta la trágica historia de su hijo y Kate se confiesa ante Claire (sin saber que lo está haciendo). Incluso la azafata del avión sigue cuidando a los niños secuestrados en la primera temporada, sigue ejerciendo de madre y vela por ellos.

Lo de los niños y la serie estaba ya presente con Walt y Aaron, que eran considerados, cada uno a su modo, como especiales; de Aaron incluso se decía antes de nacer. Los Otros tenían además la tendencia a llevarse primero a los niños y fue el problema de la fertilidad lo que hizo llegar a Juliet a la isla. Juliet, que podía dar vida en el mundo real pero que era incapaz de ejecutar la misma magia en la isla. Una isla que cura muchas cosas, que incluso cura la infertilidad de Jin para que pueda ser padre, parece dejar morir sin reparo a madres e hijos. Desmond acaba convertido en padre, Ben se vuelve padre adoptivo de la hija de Rosseau y así sucesivamente. Y tenemos la estatua, de la diosa egipcia de los nacimientos y las fertilidad, que servía también de hogar de Jacob.

Pero lo llamativo de esta sexta temporada es como esa presencia de los niños se ha incrementado. En la línea X los personajes han acabado lidiando con niños de alguna u otra forma. Clarie y Kate con Aaron, Jack y Dogen con sus hijos respectivos, Locke acaba convertido en profesor y ahora Sayid. Y no sólo eso, tenemos también al misterioso niño rubio que se le aparece a Flocke y la recuerda que no puede matar a alguien. Evidentemente, se trata de un tema importante que ha logrado recorrer la serie pasando muy desapercibido, al menos en comparación con el misterio de la naturaleza de la isla. También evidentemente, esta temporada, sin llamar demasiado la atención sobre el particular, está preparándose para entrar en la recta final y resolverlo. ¿Cómo? No tengo ni idea.

Pero este episodio plantea otra relación importante: la de hermanos. No abundante en la serie, pero podría argumentarse que es la relación de cualquier personaje dual, que las peleas entre Jack y Locke tenían algo de peleas de hermanos, y que lo mismo pasa con Jacob y Flocke. En este caso, se trata de Sayid y su hermano Omer, al que conocimos en “He’s our you” cuando Sayid le ayudó (¿por primera vez?) matando un pollo por él. Como todo es simbólico, podemos decir que Sayid estuvo dispuesto a matar para que su hermano no tuviese que hacerlo, para que su hermano pudiese conservar la “inocencia”. Inocencia que claramente perdió en algún momento, porque a pesar de sus evidentes éxitos, parece bastante amargado.

Aquí se plantea un enfrentamiento –no puedo evitar ver a los enfrentados como “light y dark” por el color de las camisetas que llevan cuando hablan- entre pedir matar y matar. ¿Son dos actos igualmente malos? Podría argumentarse que Omer es poco ético no sólo al solicitar a su hermano que mate por él, sino además recordándole su pasado (que Sayid, nos dice, lleva 12 años intentando olvidar, lo que lo situaría el inicio de su expiación a finales de la guerra del Golfo). Ni siquiera demuestra la decencia de fingir que su pasado ya no importa. Un poco como Dogen, que en la isla no admite ni la más mínima posibilidad de que Sayid pueda no ser algo más que un malvado.

Pero el Sayid de la línea X no se levanta, no se pone la chaqueta y, sobre todo, no sale a matar a los gángsteres. Supongamos que lo hubiese hecho. Bien, en ese caso habría matado a sangre fría, sin motivo, simplemente porque alguien le dijo que sus víctimas merecían morir. Es decir, se habría comportado como el Sayid de Ben, que era un mero instrumento, que se corrompió hasta el fondo matando simplemente porque alguien le decía que había que hacerlo. Cuando mata, el Sayid X ni siquiera parece matar en defensa propia, no mata por su hermano, e incluso es posible que no mate por Nadia. Como dije antes, da toda la impresión de que mata para proteger a los niños. ¿Es mejor matar así? Es la pregunta, efectivamente.

Junto con la proliferación de niños, la línea X también se está convirtiendo en un enigma interesante. Detalles diversos de distintos episodios ofrecen distintas posibilidades sobre su naturaleza. Si bien empecé pensando que en la línea X los personajes serían más desdichados, episodios tras episodios se nos muestran más felices. Es como si la línea X fuese el mejor de los mundos posibles para esas personas, un universo especialmente escogido entre una infinitud de posibilidades. Ahora la intersección entre las líneas temporales ha desplazado a la isla como enigma fundamental de la serie, quedando la isla como un elemento accesorio para esa pregunta central. El juego de paralelismos, resonancias y reflejos indica un uso muy consciente de la línea temporal X. Claramente está ahí por una razón muy importante.

Y hablando de paralelismos, este episodio es el que usa líneas temporales que son casi idénticas, el que más contrapone al personaje de la línea X con su equivalente en la línea original. En la isla, Sayid –el asesino casi robótico de Ben- también se encuentra en casa ajena. Pero aquí, él es claramente el intruso. Ante la acusación de ser malvado, Sayid se declara bueno, algo que –como me hicieron ver- el Sayid de la línea X jamás haría, y tampoco el Sayid original, que pocos episodios antes agonizaba afirmando que iría al infierno por sus crímenes: ese Sayid le daría la razón a Dogen. Aunque sabemos bien que las etiquetas de buenos y malos son un poco arbitrarias –por mucho que Dogen haga uso de la imagen de la balanza que se vio en el episodio de Locke- y que todo bando inevitablemente se declara el bueno. El propio Lapidus nos recordó que hay que desconfiar de aquel que se molesta en decirte que es de los buenos.

La pelea entre Dogen y Sayid es enérgica y brutal. Los dos son guerreros temibles. Y los dos están dispuestos a matar sin contemplaciones. Sin embargo, cuando Dogen tiene a Sayid a su merced, el salto de una pelota de béisbol le impide dar el golpe final. ¿Lo hubiese hecho? De haberlo hecho, ¿qué le hubiese pasado a Sayid? En un capítulo anterior se nos dijo que Sayid debía morir voluntariamente. ¿Significa eso que si Dogen hubiese clavado el escalpelo, Sayid no habría muerto? Lo que sí hace es expulsarlo del templo. Lo que no deja de ser curioso. Si tan peligroso es, ¿por qué no lo encierra como a Claire? ¿Porque su nombre aparece en la lista de candidatos? Y ya puestos, cuando Claire llega poco después al templo, ¿por qué no la matan directamente? ¿No pueden? Sería curioso, porque el Otro en la selva estaba dispuesto a romperle el cuello.

Dogen ve en ese momento la oportunidad perfecta para resolver el problema. Aparentemente Flocke si puede matar a Sayid -¿porque al morir y resucitar se convirtió en su agente?- y Dogen aspira a provocarle. Le da una daga especial para ello, que probablemente no tenga nada de especial en sí, sino sea puro teatro, una daga ornamentada para dar la impresión de poseer poder. Cuando Sayid se la clava a Flocke yo me pregunto por qué Sayid hace lo que hace. Flocke simplemente está esperando más allá del círculo de ceniza sin hacer nada más. ¿Sabía Flocke que Dogen enviaría a Sayid? ¿Sabía que no podría evitar la tentación de enviarle a morir? ¿Y Sayid? ¿Le clava la daga a Flocke simplemente porque Dogen se lo dijo o porque sabe que Flocke es el mal? ¿Está intentando demostrar que es bueno? En ese caso, matar es una forma peculiar de demostrar tu bondad. Por cierto, Flocke retira la daga y no hay sangre, lo que provoca la pregunta “¿qué eres?” y contrasta con el uso posterior de la hoja, que sí produce mucha sangre.

A continuación, Sayid sella un pacto fáustico con Flocke. Si Sawyer había aceptado el conocimiento –aparentemente, sin darse cuenta de que podría haber pedido a Juliet-, Sayid quiere el regreso de su amada (un acuerdo similar al que tenía con Ben, quien le había prometido vengar a Nadia). Al contrario que el Sayid X, claramente el Sayid de la isla –aunque ha cometido todavía más atrocidades- no se considera indigno de Nadia. Lo llamativo del pacto es que las palabras de Flocke dan a entender que la línea X es el pago, lo que plantea al menos un problema interesante.

Sayid regresa al templo como si fuese un boomerang que regresa al punto de partida. Pero no trae una foto sino una advertencia. ¿Por qué deben morir todos los que estén en el templo? Muchos de ellos deciden escapar. ¿Qué tiene el simple hecho de escapar para que les salve la vida? ¿Qué representa el templo para que sea tan perentorio destruirlo?

Y volviendo al tema de los hijos, descubrimos el sentido de la pelota de béisbol. Dogen le cuenta a Sayid -¿por qué habla con él, si Sayid es malvado?- que su hijo murió en un accidente de tráfico del que él fue responsable, por una borrachera. En cualquier caso, Jacob le ofreció otro pacto cruel: a cambio de servir en la isla, su hijo viviría, sin que él pudiese volver a verlo. Es un sacrificio cruel –alejar para siempre a un padre de un hijo- que vuelve a dar la impresión de que la línea X es el cumplimiento de ese pacto. ¿Significa eso que tanto Flocke como Jacob pueden usar la línea X para cumplir sus promesas? ¿Es ésa la naturaleza final del universo X, ser el lugar de las recompensas? Quizá no tenga nada que ver. Quizá Flocke se refiera a recuperar a Nadia en el mismo universo original y el hijo de Dogen simplemente volviese a la vida también en el universo original. Después de todo, estoy convencido de que Jacob resucitó a Locke después de su caída.

No es casual que Dogen y Jack se encontrasen en aquella prueba musical. Dogen, como Jack, bebía, y beber provocó un accidente. Los dos tienen hijos en la línea X, pero no los tienen en la línea original, aunque tampoco se puede decir que Jack lo haya perdido. Y los dos fueron líderes de sus grupos. Si hay algo que les separa –digo, aparte de nacionalidad, idioma, habilidades para las artes marciales, ya me entienden- es que a Jack todavía no se le ha pedido ningún sacrificio.

Sayid mata a Dogen aparentemente porque es la presencia de Dogen la que protege al templo: ¿es por efecto de su sacrificio, por haber renunciado a ver a su hijo? Lo hace brutalmente, ahogándole, de forma similar a la que el propio Sayid murió allí mismo. Sospecho que la razón principal no es eliminar a Dogen para abrir el templo, sospecho que Sayid está disfrutando de lo que hace. No hay más que comparar esa escena con la muerte de los gángsteres, que fue mucho más aséptica. Por si no quedaba clara la diferencia entre los dos Sayid, el de la isla tampoco duda en cortarle el cuello a Lennon. Si el Sayid X había aceptado su pasado brutal y eso le daba serenidad, este Sayid se ha rendido a su monstruo interior. Se vuelve tétrico, feroz, un hombre ya sin salvación, ni siquiera la mínima salvación de aceptar lo hecho. Cuando aparece Ben todo está ya perdido; en contraste con la aparición de Jin en la línea X, que precisa ayuda. Jin es un amigo. Ben fue un manipulador. Curiosamente, lo último que le dice Lennon es que le ha dejado entrar, lo que podría interpretarse en el sentido de que ha dejado a Flocke entrar en el templo, pero también indicando que ha permitido que entrase en su alma y le corrompiese. Poco después, Sayid declarará que ya para él no hay tiempo, justo cuando parece haberse vuelto totalmente demente, como si la transformación se hubiese completado.

Podría argumentarse que los Otros de Sayid y los gángsteres de Sayid X se portan de una forma similar, que los dos Sayid se ven obligados a actuar ante circunstancias que no pueden controlar. Creo que ese paralelismo es deliberado, pero que las diferencias de detalles apuntan a que las dos respuestas –siendo esencialmente iguales al acabar en muerte- son moralmente muy diferentes. Básicamente, que Sayid X tiene toda la razón para hacer lo que hace, mientras que el Sayid original se está rindiendo a un patrón de comportamiento ya demasiado habitual y a fuerzas externas que le manipulan.

Cuando todo acaba y Flocke viene con su grupo, casi parece que estemos frente a un ejército oscuro. Claire y Sayid miran a Flocke con una cara de adoración que te hace preguntarte qué están viendo en realidad, que recuerda a la forma en que Locke miró en su día al humo negro. ¿Es un efecto de su naturaleza ahora corrupta o es que saben algo que nosotros desconocemos? El único elemento discordante en ese grupo es Kate, que se ha quedado allí por pura casualidad. Claramente Flocke se da cuenta, pero no hace nada. ¿Por qué? ¿Qué le impide matarla en ese mismo momento?

Y de nuevo, ¿por qué era preciso matar a todos los que estuviesen en el templo? ¿Es realmente Flocke la encarnación del mal? Si no lo es, hay que reconocer que lo disimula bastante bien. No es que Jacob sea santo de mi devoción, y francamente creo que ha hecho cosas bastante horribles, pero la destrucción del templo deja bien claro que Flocke, por ahora, es todavía peor. Aunque me pese, debo admitir que empieza a parecer que efectivamente se trata de un enfrentamiento entre el bien y el mal. Aunque me pese, digo, porque no veo que semejante enfrentamiento pueda tener interés. Mi esperanza es que los guionistas, que han sabido introducir tantos tonos de grises en una serie que podría haber sido mucho más definida, sepan darle un giro interesante a ese esquema de buenos y malos.

El título del episodio es, por supuesto, de lo más revelador. “Sundown” se refiere a la puesta de sol, que aparece explícitamente en la advertencia de Flocke, que como si fuese un casero malhumorado les da hasta ese plazo para desalojar el inmueble o ser… Aunque también, la puesta de sol es ese momento liminar en el que la luz deja paso a las tinieblas, el día cede ante la noche. Si el blanco va perdiendo, la puesta de sol es una nueva alteración del equilibrio, cuando lo negro lo colma todo y la balanza se inclina hacia un lado. Es también a la puesta de sol cuando Sayid se rinde por completo y su rostro, habitualmente más bien hierático, adopta esa expresión demente. Además, “sundown” recuerda mucho a “showdown”, un enfrentamiento, y la verdad es que si este episodio tiene cosas, es enfrentamientos.

Confieso que “Sundown” me ha resultado un episodio más bien desconcertante. Creo que contiene muchas claves y trata muchos temas importantes para el final de la serie, pero lo hace como si darle importancia, como si el episodios fuese realmente sobre unas peleas más o menos bien ejecutadas. Pero me resulta desconcertante precisamente porque es un episodio de preparación, un episodios al que volveremos y diremos “ah, claro, aquí ya…” pero del que por tanto poco podemos decir sin conocer el esquema final de la serie. Al plantear una dualidad tan marcada entre los dos Sayid, aunque se comportan casi igual, el episodio nos invita a dar respuesta a una pregunta que no acabamos de tener todavía. Creo, en suma, que en este episodio está el núcleo de lo que será el esquema moral de la serie.

Categoría: Lost6

Pedro Jorge Romero

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  • eustakio 8 marzo, 2010, 10:59 am

    Como siempre, comentarios muy interesantes y bien razonados.
    Tras este episodio, los Otros de Jacob ya no existen y ahora serían los Otros de Flocke, no? Salvo tal vez Richard, Ilana y Hurley. Por cierto, como en «Through the Looking Glass», mola ver morir Otros. 🙂

  • Pedro Jorge Romero 8 marzo, 2010, 11:16 am

    Está por llegar el día que lamentamos la muerte de un Otro. A menos que hablemos de Juliet, claro.

  • enhiro 8 marzo, 2010, 11:24 am

    En cuanto a lo del bien y el mal, yo no dejé de pensar en que Sayid está ahí en medio, haciendo lo que hace, porque Jacob le dice a Hurley que lo lleve al templo a que le den unas ahogaillas en la piscina. Y no olvidemos, que en el capitulo anterior, todavía no ha anochecido y Jacob parece saber la que se va a montar en el templo. Por tanto algo de responsabilidad parece tener en todo lo que ocurre, casi diría que es parte de su plan.

  • Pedro Jorge Romero 8 marzo, 2010, 11:25 am

    Sí, la parte que le toca a Jacob no está nada clara. Efectivamente, sabe ya lo que va a pasar.

  • Zoe 8 marzo, 2010, 11:28 am

    La escena del reencuentro con Nadia a mi también me dio la sensación de haber sido «el pago» de su petición, el resultado de te concedo tu deseo pero yo pongo el precio.
    Soy de las que con el transcurso de las temporadas he dejado de creer que flashbacks y flashforwards sean reales pero ahora me veo esa supuesta línea X bastante verosímil.

    Creo que en estos capítulos nos han ido dejado pinceladas de muchas respuestas, que tendríamos la manera de atar los cabos pero aún nos faltan una o dos piezas claves. Estamos cerca del derrumbe de nuestro gran juego de dominó.

    Se me junta la impaciencia de saber, con la pena porque todo se acabe.
    Siempre está el blanco y el negro en nuestras acciones y deseos.

    Un beso,
    Z.

  • Pedro Jorge Romero 8 marzo, 2010, 11:35 am

    Yo más bien tengo miedo a saber 🙂

  • Dani 8 marzo, 2010, 12:36 pm

    Me enriquece mucho leer sus pensamientos tras cada episodio, porque normalmente no llego tan al fondo, sino que, primeramente, suelo ver la serie por puro disfrute. Después reflexiono sobre lo visto, y en esta serie hay mucho que pensar, y este tipo de textos ayudan a pensar sobre lo que pasa y puede pasar. No lo deje.

    Un saludo.

  • Gosku 8 marzo, 2010, 12:41 pm

    Excelentes reflexiones. Yo preferiría que las dos realidades se mantuvieran separadas, que ninguna fuese consecuencia de la otra, que nos ofreciesen 2 finales, y que cada episodio nos mostrara la dualidad de cada personaje importante.
    Desde luego hay que reconocer que la gente de Lost son excelentes narradores, espero y deseo que terminen con un final a la altura.

  • Pedro Jorge Romero 8 marzo, 2010, 12:45 pm

    @Dani: Gracias.

    @Gosku: Ése, bien ejecutado, sería un final de lo más interesante.

  • Pirx 8 marzo, 2010, 3:48 pm

    Felicidades por el «cargamento de elucubraciones». Como de costumbre, muy revelador.

    La debacle del templo parece indicar que a estas alturas sólo los candidatos tienen importancia en el juego. Los demás son meros comparsas.

    También creo que tiene alguna relación con lo que dice Richard y creo que alguien más: que Smokey quiere eliminar a todo ser vivo de la isla. Hay un viejo episodio que creo que se llamaba «La variable». En él, Faraday explica que en los bucles del tiempo hay cosas que cambian y la variable que decide es la humana.

    Juntando las dos cosas, podríamos deducir que la isla funciona como una máquina de cambiar cosas fuera usando sus anomalías temporales. Si Smokey quiere desmantelar el chiringuito para irse a casa, quizás lo que necesita es vaciar la isla de seres capaces de tomar decisiones.

  • Mikel 8 marzo, 2010, 11:07 pm

    No termino de ver claro cada capítulo hasta que leo tu post. ¿Cuantas veces ves cada capítulo para comentarlo tan al detalle? Seguiremos atentos a tus iluminadoras elucubraciones. Una lástima que esto se acabe…porque la gran pregunta es «Y despues de lost… ¿qué?»

    Un saludo y sigue así.

    PD: Llevo siglos con tu blog agregado a mi feed aunque nunca antes me había animado a comentar. Aquí un humilde aficionado a la lectura.

  • W.D. 9 marzo, 2010, 3:28 am

    Hola, ¡gracias por estos posts!

    A mí me tiene intrigada el tema de los agujeros. Si hago una búsqueda en Google: Lost+agujeros de gusano, salen unos cuantos resultados, así que esa teoría debe estar más que manejada por el tema de los viajes en el tiempo. Pero (no sé si lo habéis comentado en algún momento…) ¿a nadie le extraña que en los agujeros, en las profundidades, se esté «a salvo»? En esta ocasión Kate se salvó del humo negro, porque se quitó «de la superficie», Claire parecía saberlo, porque le indicó que allí «estarían a salvo», pero es que luego está el tema del resto de los agujeros en la serie y su relación con datos significativos, como el «-Funcionó» de Juliet, que más que otra cosa, indica que ha vivido algo diferente al resto «en ese agujero» al que se vió arrastrada involuntariamente. Quizás teóricamente tenga alguna explicación, estar en un -y’ en el eje y, para que no te atrape el cambio en el eje x o z o t (seguramente estoy diciendo una burrada)

    Puestos a imaginar… Para mí el paso del humo negro me evoca más un «agujero negro» que un monstruo, una alteración espacio-tiempo inmanejable; en lugar de sangrarte los oídos como en una viaje en el tiempo («La Constante») termina contigo, quizás fulminando un cruce, provocando un no-retorno.

    En fin, ni idea, a ver lo que sigue…

  • Pedro Jorge Romero 9 marzo, 2010, 10:45 am

    @Mikel: Lo veo dos veces durante todo el proceso de redacción. A veces lo veo una vez y escribo y luego lo veo otra vez para contrastar, y a veces, como en este caso, lo veo dos veces y luego escribo. En caso de tener alguna duda es posible que también repase alguna escena en concreto. Cuando termine la temporada la veré completa otra vez. Y luego una vez más cuando salga en Blu-ray.

    Como referencia. Las temporadas anteriores las habré visto entre cinco y tres veces.

    @W.D.: Sí, ha habido muchas elucubraciones sobre el tema de los agujeros de gusano y demás. A ver qué queda al final.

  • Ferky 11 marzo, 2010, 6:02 am

    La serie para mi gusto se desinfla, los personajes pasan de malos muy malos a tontos de remate, Linus ahora es un lloron, Alpert paso de ser «un tipo interesante» a ser el tonto del bote, y ahora se nos quiere suicidar pero no puede por que lo toco Jacob, este ultimo, el que prometia interes ya muere en el 1er episodio que aparece…y lo que me unia a esta serie, es decir, la Sci-Fi se diluye como un terron de azucar (que poetico estoy).
    La ambicion, o la codicia, la avaricia mato a la serie, y es una lastima, por que en 3 temporadas (y sobraria una) tendriamos un record de espectadores, y asi se arrastra entre episodio y episodio, bajando mas y mas, donde eran 25 millones ya no son ni 9,pero hacer y hacer alargar y alargar, marear y marear.
    Ah…y los misterios, esos que aparecian en el primer episodio y luego mas y mas…los numeros, ¿simple azar? vaya pues que gran explicacion.
    La inmortalidad de Alpert fue un «toque» de Jacob? y ese chico al que le dan el cuerpo incinerado y lee el pensamiento del fallecido carbonizado en sus ultimos segundos? Cuse, Lindelof,Bender…para mi estais t3minados!

  • favorita 11 marzo, 2010, 7:29 pm

    he descubierto la página hace poco y creo que tengo algunas lagunas:
    ¿la posiciión 108º del faro lleva nombre de mujer? yo lo único que observé es que el nombre de «ford» no estaba tachado, y que pasaron por la casa de los coreanos.
    lo de la infección de Sayid, tiene algo que ver por donde entran al templo, supongo, porque los franceses y Sayid entran por debajo, por donde entra más tarde Ben y el humo se le aparece en forma de Alex para que siga incondicionalmente a Locke. Y en el episodio que llevan a Ben herido al templo, Richard les comenta que perderá la inocencia ¿será que se volverá «malo»?
    A mi modesto entender la realidad X con el vuelo aterrizado y todos vivos resulta muy triste. No se conocen, aunque hay cierta conexión entre ellos y después del episodio de Sayid, creo que refleja una expiación de culpas anteriores al accidente y como logran lo que han ido a buscar en su vuelta a la isla con el vuelo de Aljira 316: Kate encuentra a Claire, Jack es un buen padre, y Sayid recupera a Nadia viva, aunque no he visto felices a ninguno de los tres: Kate está sola, Jack está solo y Nadia es la cuñada de Sayid. esperemos que a los demás les vaya mejor.
    Un saludo.

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