Compré este libro con la esperanza de obtener una visión rápida -y como no, superficial- del mundo del videoarte que me sirviese de mapa de referencia inicial para moverme mejor luego. Extrañamente, no lo conseguí. Y digo extrañamente, porque otros volúmenes similares de Taschen suelen venirme muy bien como primeras aproximaciones. Sin embargo, Videoarte me provocó cierta indiferencia.
Este tipo de libros suele estar dividido en dos partes. En la primera, se da un repaso rápido al movimiento artístico del que trate. En la segunda parte, mucho más amplia, se repasan obras que se suponen representativas del movimiento.
Y aquí está mi problema. La parte histórica es adecuada y en sus pocas páginas cumple su función de situarte. Pero la selección de obras me resulta poco atractiva, muy poco interesantes. De hecho, incluso llegué a considerar que el videoarte no merecía la atención que yo había creído al principio.
Por supuesto, se comentan obras que llaman mucho la atención y que te dejan ganas de explorar. Hablo de Vito Acconci, Peter Campus, Douglas Gordon, Shirin Neshat o Nam June Paik. Pero por lo demás, me alegra haber seguido con otros libros, porque de haberme guiado por mi impresión tras leer éste, no habría continuado explorando.
Vaya, pues yo que quería comprármelo, paso.
gracias
saludos
Es posible que sea una cosa puramente personal y a ti te sirviese (además, es un libro muy barato). Por otra parte, he leído al menos uno mucho mejor (por desgracia, en inglés) que reseñaré pronto.