Es curioso como mucha gente cree que un diccionario es como una piedra o un árbol, algo con lo que te encuentras por ahí, un elemento más del mundo que se ha desarrollado sin intervención humana. No nos paramos a pensar que un diccionario es un objeto de creación humana que sigue unos criterios determinados y ha sido creado desde una perspectiva concreta, es decir, que en sí mismo representa una forma determinada de pensar.
El diccionario está lejos de ser un paquete que contiene la lengua. Es más bien, un intento de intentar encajar algo vasto y múltiple es un contenedor limitado y que posiblemente no sea el más adecuado. Después de todo, el papel se acaba terminando y la lengua sigue y sigue. Eso lo cuenta Erin McKean en esta interesante conferencia:
El diccionario es una de esas cosas que hacíamos en papel pero que se puede hacer mucho mejor online. Y ella misma lo demuestra con Wordnik, un intento de hacer otro tipo de diccionario, que ofrezca más información de forma muy cómoda. Parece muy buen intento y ya lo he añadido a mi arsenal.
(vía Language Log)