En cualquier caso, es una de esas pequeñas joyas que necesita el cine español, una película original y diferente de lo que se hace habitualmente en estos lares, con un guión cuidado al milímetro en el que encajan todos los detalles (incluso aquellos que apenas te habías fijado que estaban allí) y con una de las imágenes icónicas más impactantes del cine español reciente, una Momia Rosa armada con unas tijeras, que construyen una de las mejores películas posibles sobre viajes en el tiempo, en una línea muy diferente a la de las referenciales Regreso al futuro o Primer, que más parece remitir a los Límites de la Realidad o a Robert A. Heinlein. Una pena que la dirección de actores no esté demasiado inspirada, porque la película se queda en notable cuando podría haber optado a matrícula.