Cuánto tiempo ha pasado desde «La luna quieta» y Nox perpetua, y ahora recibo Salamina (Espasa Calpe. ISBN:978-84-670-2667-2. 568 pp. Pvp: 19,9 €) de Javier Negrete, una novela ambientada en la antigüedad clásica. Me gusta mucho el principio, por cierto:
El verano en que Temístocles cumplió nueve años, una pareja de amantes asesinó al tirano Hiparco.
De la contraportada:
Siglo v a.C. La joven democracia ateniense se enfrenta a un terrible desafío. El gigantesco Imperio Persa pretende destruir Atenas y conquistar Grecia. En ese momento decisivo aparecerá un hombre, un genio, un visionario: Temístocles.
Él será el hilo conductor de esta deslumbrante novela que, cimentada en la historia, tiene el aliento de la tragedia y la fuerza de la épica. Desde la carga suicida de los atenienses en Maratón a la batalla de las Termópilas, pasando por la fabulosa ciudad de Babilonia, todos los hilos de la rama desembocan así en la jugada maestra de Temístocles: Salamina, la mayor batalla naval de la Antigüedad y el lugar donde se dirimió el futuro de nuestra civilización.
Javier Negrete recrea este momento irrepetible con un ritmo magistral y dota de vida a un elenco inolvidable de personajes, entre los que destaca Artemisia, reina de Halicarnaso, griega de nacimiento, aliada de los persas y cuyo corazón se convierte también en un campo de batalla inesperado.
Otro a apuntar, y es que desde que leí «Soldado de la niebla» de Gene Wolfe, me convertí en forofo de la Grecia clásica. Por cierto ayer me compré la 3ª parte de esta serie escrita 20 años después, se llama «Soldado de Sidón».
La verdad es que se puede leer sin problemas, pero tampoco es ninguna maravilla.