Mi amigo David me ha hecho un regalo retrasado de cumpleaños. Al principio, no me quedó claro qué David era (aunque eso de que me felicitase mi 0x28 cumpleaños parecía una tremenda pista) porque aquí en el norte uno de cada dos hombres se llama David, una de cada tres mujeres se llama David y, lo más asombroso, uno de cada cuatro tejones se llama David. Es decir, que si andas por el norte, estás vivo y te relacionas un poco acabas conociendo, sin exagerar, a cuatrol mil quinientos millones de davides como poco. Por suerte, existe el correo electrónico
Pero a lo que iba, el libro es The Cloudspotter’s Guide de Gavin Pretor-Pinney y va de lo bonitas que son las nubes, de cómo observarlas, distinguirlas y demás. No es un libro sacado de mi lista de los deseos. David pensó que sería más divertido enviarme un libro que no se me hubiese ocurrido que me podría gustar. Tengo la impresión de que acertó.
Gracias.
Hey. En flickr tengo algunas fotos de nubes que tomé en los últimos días en México. Diría que les echaras un ojo pero lo harás o no independientemente de que lo pida o no 🙂
Es muy gracioso que lo que más me molesta de este último viaje ha sido no tener una cámara decente para tomar las fotos, que por más que intentaba la Fuji de 4 años que tenemos ha dado todo lo que podía dar.
Esas nubes, más que ninguna otra foto de gente o lugares, son lo que me han convencido de que ya es tiempo de renovar el arsenal fotográfico de casa.
Leyendo el post, me he acordado de la secta de los Davidianos. Todavia tengo la carne de gallina …
Nubes, nubes.
La paranoia de mi suegra hizo que hubiera alambre de púas en varias (en total debo haber tomado unas 20 ó 30).