La quinta cabeza de Cerbero, de Gene Wolfe

La quinta cabeza de CerberoLo primero que hay que tener en cuenta al aproximarse a esta novela en tres partes (tituladas «La quinta cabeza de Cerbero», «‘Un cuento’ por Jon K Marsch» y «V.T.R.»), partes que funcionan como otros tantos espejos en lo que el lector se pierde en múltiples reflejos, son las dos preguntas que el lector debe llevar siempre en mente.

La primera de esas preguntas es de simple enunciado, ¿de quién habla la narración?, pero de más difícil respuesta. Si bien la trama de cada una de las secciones puede resumirse con facilidad («La quinta cabeza de Cerbero» trata del misterioso número cinco que podría ser -o no- clon de su padre y que es llamado cada noche al misterioso laboratorio de su progenitor en el prostíbulo conocido como La casa del perro, «‘Un cuento’ por John V Marsch» podría ser la historia de un nativo del peculiar sistema planetario doble (con un planeta azul y otro verde llamados Sainte Croix y Sainte Anne) colonizado por franceses, aunque también podría ser la historia de un humano y, finalmente, «V.T.R.» podría ser la historia de alguien encerrado injustamente o la narración de como un extraterrestre capaz de cambiar de forma ha ocupado el lugar de un humano) no es tan simple decidir quién es el protagonista de cada historia.

Tomemos por ejemplo al personaje que da título al libro. Habita, junto con su hermano, una misteriosa tía, su padre y un robot que es su bisabuelo, un burdel dedicado al placer de los ricos y donde se ejecutan peculiares experimentos. Lo más destacable de la narración es la capacidad del protagonista para observar y retener los más mínimos detalles (como al principio de la narración cuando reconstruye un gesto trivial de su profesor-guardián robot) lo que no hace sino destacar la poca información que da sobre otras cuestiones (como, por ejemplo, su nombre real o la verdadera naturaleza de la relación con su padre) dejando al lector en la obligación de reconstruir esa información vital. Incluso el único nombre que recibe en la narración, Número 5, apunta a un misterio. Varias veces los personajes enumeran los posibles números anteriores y la suma nunca sale, siempre falta alguien. Es fácil deducir quiénes son Número 4, Número 3 y Número 2, pero la identidad de Número 1 es un secreto que no se revela en sus páginas. Se dan pistas, claro: Número 5 busca en la biblioteca un libro de su padre y lo hace bajo una letra determinada y posteriormente hace un críptico comentario sobre la posible relación entre la estatua de Cerbero en la entrada de su casa y su apellido.

Valoración: 5 estrellas de 5

Ediciones Minotauro. Trad. Marcelo Cohen. Ilus. Julio Vivas. Barcelona, Noviembre 1997.

Y no es de extrañar que así sea, porque precisamente de eso trata la novela: de la naturaleza final de la identidad, de la búsqueda incesante de uno mismo de su verdadero ser. La dos historias posteriores comentan y reflejan la primera, ampliando las resonancia de una duda existencial que va más allá del intelecto. La magia literaria de La quinta cabeza de Cerbero está en una construcción cuidadosa de gran claridad que, como debe ser, nunca plantea ninguna de esas dudas explícitamente, pero que parece dejar perfectamente claro todo lo que sucede cuando en realidad (y esa es la habilidad del autor) pierde al lector en un laberinto borgeano de dudas metafísicas.

En suma, una obra maestra.

Publicado originalmente en El archivo de Nessus, 1998.

Categoría: Silva

Pedro Jorge Romero

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  • manuti 23 mayo, 2007, 10:22 am

    Yo de este libro esperaba muchísimo, y claro, me supo a poco. Aunque al final me dejó con ganas de más, de que aclarase más sobre la naturaleza he historias de esos planetas.

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