Dos entradas muy interesantes sobre ciencia.
Desde El Blog de Evolutionibus tenemos ¿Son los principios morales producto de la selección natural?:
Hauser propone que, de alguna manera, la selección natural ha producido en el ser humano una especie de gramática moral universal, que nos facilita tomar rápidas decisiones en caso de que se nos planteen dilemas éticos. En una entrevista en Discovery Magazine, establece una analogía con las ideas de Noam Chomsky acerca de que los seres humanos poseemos, de modo innato, unas reglas gramáticas universales, en el sentido de que, cuando nos expresamos, no buscamos voluntariamente las estructuras gramaticales, sino que estas fluyen inconscientemente de nuestro cerebro. Es tan propia esta moral básica de la naturaleza humana, que los bebés de 15 meses ya serían sensibles a los deseos ajenos.
El otro viene de La Singularidad Desnuda y se titula Caos, no linealidad, y espontaneidad en el comportamiento de los insectos:
Es sorprendente la extraordinaria complejidad subyacente al comportamiento aparentemente simple de una mosca. En relación al debate anterior sobre mente y calculabilidad, esta complejidad no supone en principio que exista ningún proceso no computable. Sí es interesante considerar que el hecho de que exista este extraordinario nivel de complejidad en este tipo de organismos pone de alguna manera el listón muy alto para lo que podemos encontrarnos más arriba en la cadena evolutiva. Por otra parte, la presencia de este tipo de iniciadores con extrema sensibilidad a las condiciones iniciales puede conducir a pensar (o al menos a no descartar) que incluso pequeñas desviaciones debidas a fenómenos cuánticos afecten de manera significativa al comportamiento emergente del organismo.
Me alegra decir que el estímulo para la segunda entrada fue esta reseña que republiqué hace unas semanas. Hay quien me preguntó por qué estaba recuperando reseñas antiguas de libros y ahora tengo una respuesta más.