Publicado originalmente en El archivo de Nessus, 1999.
En ocasiones, el principal problema de la divulgación científica es justificar la misma existencia de la ciencia. Aparte de las ventajas materiales que la ciencia pueda proveer en forma de tecnología, ¿por qué buscar una explicación científica del mundo? ¿Por qué debe existir algo como la ciencia? ¿Por qué el mundo debe obedecer unas reglas simples y no funcionar de otra forma? El problema está en que evidentemente sólo hay un universo, por ahora, y por tanto si este universo se comporta de una forma determinada, ¿cómo podrías saber si esa es la única forma posible?
Aquí es donde entra la propuesta de este libro. En lugar de explicar la ciencia refiriéndose al mundo real, utiliza como trampolín el punto de vista de un mundo ficticio, un mundo de fantasía para ser más concretos, que no debe por tanto ninguna fidelidad al rigor científico. El mundo ficticio en cuestión es el de la popular serie del Mundodisco de Terry Pratchett. El Mundodisco funciona con magia y, como se apresuran a señalar los autores de The Science of Discworld, por imperativo narrativo: es decir, las cosas suceden porque así suceden las cosas en las historias. Que es más o menos como los humanos vemos el mundo habitualmente. Pensamos que las cosas tienen una razón, que el mundo se mueve por emociones y por ideas abstractas de justicia, bien o por la lógica del sentido común.
Por tanto, como bien se encargan de dejar claro los autores, no es una novela del Mundodisco, y ni siquiera una explicación del funcionamiento del Mundodisco en términos científicos (lo que sería absurdo), sino un intento de explicar la ciencia de nuestro mundo usando como referente y ejemplo negativo el universo ficticio creado por Terry Pratchett. Para ello, Terry Pratchett escribió una novela corta situada en la Universidad Invisible. En ella se cuenta como un experimento del departamento de Magia de Alta Energía sale mal y la energía mágica emitida debe ser canalizada a otro proyecto alternativo: Mundoesférico. Mundoesférico no es más que otro universo en el que las cosas funcionan de una forma paralela a las del Mundodisco, pero por razones completamente equivocadas. Por ejemplo, los planetas tienden a ser esféricos y no planos, las estrellas son inmensas, y todo parece querer girar uno alrededor del otro. Como dicen los personajes, no hay quelonio (el Mundodisco se sostiene sobre cuatro elefantes que a su vez se apoyan sobre una inmensa tortuga que vaga por el universo), y ciertamente no hay narrativium. El descubrimiento más asombro de los magos de la Universidad Invisible es que el Mundoesférico obedece… reglas. El único que parece entender el funcionamiento de ese fascinante universo es el bibliotecario… pero él es un orangután.
La historia del proyecto Mundoesférico se divide en capítulos que van intercalándose con los capítulos preparados por Ian Stewart, matemático, y Jack Cohen, biólogo, donde se analizan en detalle aquellos aspectos que del funcionamiento de nuestro mundo sorprende a los magos. Se empieza, explicando la naturaleza misma del conocimiento científico, por qué las reglas, y la naturaleza misma del cosmos, por qué tiene las reglas que tiene, para seguir luego hablando de varios temas entre los que se encuentran la naturaleza de las estrellas, la estructura de la tierra, el origen de la vida e incluso los dinosaurios. La combinación entre la ficción y los hechos crea extrañas resonancias y ayudan a pintar una imagen fascinante de la vida en nuestro mundo. Los magos no pueden evitar preguntarse por qué periódicamente algún cataclismo parece asolar la tierra destruyendo millones de formas de vida, ésas cosas no pasan en el Mundodisco, y los autores aprovechan esa reflexión para mostrar la lucha por la supervivencia que ha mantenido la vida sobre la Tierra y como eso puede haber ayudado a la evolución. Incluso se las arreglan para explicar correctamente la paradoja del gato de Schrödinger, cosa que pocos libros de divulgación se molestan en hacer.
La combinación no podría funcionar mejor y el resultado final es uno de los más fascinantes libros de divulgación científica que he podido leer recientemente. El contraste entre una visión mágica del mundo, que en realidad es la visión que posee la mayor parte de la humanidad, permite afinar los comentarios y profundizar en los fundamentos filosóficos de la visión científica del mundo. Reflexivo, tranquilo, en ocasiones épico, e inteligente, The Science of Discworld añade mucho, mucho narrativium a nuestra presencia en la Tierra.
Lo NECESITO
¿Para cuándo en castellano?
Fantástico que reseñes este libro. No tiene la suficiente publicidad fuera de países de habla inglesa.
Los tres libros son excelentes pero este, el primero, es el mejor de todos (en parte porque cubre muchas cosas mientras que los otros se centran en temas específicos). Ya desde hace mucho tiempo Pratchett ha estado usando teorías de Stewart y Cohen en sus libros (en Usenet lo ha comentado varias veces) en algunos casos incluso hasta hacer historias completas (Hogfather entero está basado en las teorías de los otros dos sobre la narración como factor diferenciador en la civilización).
Como incondicional de pterry compré este cuando salió y a su vez eso me ha hecho comprar los libros de Stewart y Cohen (un estilo ameno muy similar al de Freakonomics) y no me decepcionó. Alguna vez he recomendado «A Short History of Nearly Everything» de Bill Bryson (y que si ha sido traducido) que comparte tambien la narración entretenida y la ciencia pura y dura. Lo recomiendo de nuevo, como complemento.
Manoliño: Si confiamos en la constancia y frecuencia con la que se traducen los libros de Pratchett calcula que en 2023 ya lo esté. Aún así, este fin de semana en la FNAC vi traducidos libros de ellos dos, que si bien no es lo mismo ya es bastante inusual y, si eres como yo, terminarías comprando de todas formas 🙂 Este libro es de 1999 pero en 2005 aún no se traducía ( http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op00919.htm )
Por cierto, la lapa (limpet) de dos kilómetros que se mueve por el mundo se ha vuelto una imagen en mi cabeza de la que nunca podré deshacerme. Cuando leí uno de los cuentos cortos («A very offensive weapon») de David Drake, en los que en un mundo fantástico una montaña vaga por el desierto, eternamente buscando a su profeta que parece no estar donde debería, la imagen que me venía a la mente era, precisamente, la de la lapa gigante vagando sola por el mundo.
Interesante reseña. No lo había oído mencionar. Recién leí algo de Pratchett hace poco, y me temo que aún no traerán este libro a Sudamérica. Ojalá lo hagan pronto.