Jaime ha descubierto el verdadero propósito de las estadísticas:
Catorce de cada doce personas han sufrido en sus carnes experiencias delictivas horrorosísimas. Este dato por sí solo debería servir para que cundiera el pánico y la gente saliera corriendo a las calles, gritando y arrancándose los pelos de la cabeza y de las barbas.
Pero aún hay más, mucho más, y todo horrible y sangriento, capaz de provocar ataques de pánico y asaltos a supermercados.
No sé si se trata de una trampa … pero bueno, no serán doce de cada catorce ??