Por aquí, leyendo Fausto de Goethe. Mefistófeles habla con un estudiante:
ESTUDIANTE: Pero ha de haber concepto en la palabra.
MEFISTÓFELES: ¡Bien! Pero no hay por qué angustiarse, pues allá donde faltan conceptos se encaja oportunamente la palabra. Con palabras se puede discutir acertadamente, con palabras se puede construir un sistema; se puede creer en las palabras. No hay que escatimarle ni una jota a una palabra.
Y más adelante, comenta Mefistófeles:
Querido amigo, toda teoría es gris, pero es verde el áureo árbol de la vida.
Por supuesto, Mefistófeles es un demonio, por lo que hay que tomar con cuidado todo lo que dice.
¡Muy bueno! Yo diría que ese lenguaje de palabras libres de conceptos es el de las matemáticas. 2+2=4 funciona por sí mismo, sin necesidad de sumar manzanas (o peras con manzanas ^_^). Forma un sistema independiente.
Un saludo.
La palabra amigo mío nunca existió como la conocemos todos. Es simplemente la forma gráfica de conveniencia para expresar sonidos, no sentimientos, para eso existen los sintagmas o los grupos sintagmáticos. Que pena que se siga creyendo en la palabra como forma mínima de con sentido.
Me gusta más como lo decía Bart: «si no puedes deslumbrar con tu sabiduría, desconcierta con tus gilipolleces». A mí me mosquea el árbol, que no sé si es verde o dorado.
Yo creo que Mefistófeles sabe demasiado bien lo que dice. Fausto no tiene nada que hacer.
A mi esto me recuerda a una estupenda versión que hizo la Fura dels Baus de Fausto, que titúló Fausto 5.0 y de la cual no olvido una frase que dice Fausto, y que realmente es a lo que aspiraba:
Detente instante, eres tan bello!!!
Aspiraba al conocimiento y retención de la belleza, algo tan dificil!!!
la palabra libre es el verso mas frio, fausto a mi parecer, vivia en el peor de los inviernos pero como su autor decia: no hay existencia mas profunda y lejana que agote en un instante las orbitas de sus infiernos… y eso lo sabia mefisto mejor que nadie. hasta luego
«Toda teoría es gris, pero es verde el áureo árbol de la vida»
Nunca hubieran palabras más sabias. El mismo Fausto lo demostró al romper el contrato, porque en teoría, no podía redimirse nunca… o al menos eso sucedía en los escritos pre-Goethe.
Por cierto, mi nombre es Fausto. Me encanta mi nombre desde que leí la obra de Goethe.
Saludos 😉
Yo más bien siempre he pensado que el árbol de la vida es gris pero las teorías son verdes.
Ummmmm
de ultima Mefistofeles es la vieja vibora que nos mostro el camino de la sabiduriay se recicla asi
el mito del paraiso perdido
Erase un tiempo pequeño
un andar sin culpas
una vida ciega sin tropiezos
un transcurso inocente cautivo y feliz,
una quietud idílica de sonrisas sin causa
un estar sin memoria digamos.
Hasta que en un momento
por una contingencia del azar (el Rey del Mundo)
no hubo víbora en el medio,doy fe de ello,
se abrió un libro y empezó la historia,
esa que tiene el nombre del olvido
persisten los mitos