JJ se está dedicando a crear redes de relaciones entre bitácoras partiendo de una de ellas en el centro:
Una red egocéntrica contiene un nodo como raíz, todos los nodos que enlazan con él, y sus enlaces correspondientes; la apariencia general de la red indica lo «popular» que es (el número de nodos) y las relaciones que establecen esos nodos entre sí (puede ser una estrella, en cuyo caso no habría ninguna relación, o una red con todos los enlaces presentes).
Aquí está la mía:
La verdad es que no entiendo nada, pero está chula.
Bueno, para entenderla habría que hacer una serie de medidas, pero así a bote pronto, se ve por ejemplo que hay muchos enlaces entre los nodos, no sólo de tí a los nodos, o sea que formas parte de un grupo más o menos compacto. También se ve que hay muchos blogalitas. Y posiblemente más cosas. Es cuestión de mirar bien.
Un pequeño comentario (espero que resulte pequeño, quiero decir…) respecto a la cosa social de la blogosfera, las redes de contactos, los nodos, los egomapas, etc. Veamos… ¿Nadie se ha dado cuenta aún de que existen varias blogosferas hispanas coexistiendo ahí fuera, de manera paralela y sin apenas contacto entre ellas, pero que sólo una ha desarrollado la suficiente autoconsciencia como para reconocerse e incluso nombrarse a sí misma? Me explico: cierta cantidad de pioneros blogueros (en castellano) pertenecen a la cultura… digamos «internetera», «geek», «ciber», como se quiera llamar. Gente de alto nivel teórico, intereses variados, sí, pero con una especial focalización en los temas tecnológicos y/o referidos a la propia Red. Los nombres los sabe Pedro Jorge de sobra, él está entre ellos, junto con el resto de los primeros clasificados de la mayoría de los «rankings» que siempre aparecen. Ahora bien, ¿acaso no existen por ahí otros «nodos», otras blogosferas, igual de activas que la formada por estos pioneros, pero sin esa (llamémosle) autoconsciencia? Por ejemplo, existe una divertida y cada vez más densa nube de «blogs» alrededor de la cultura popular (o «pop»), en donde no se habla prácticamente nada de tecnología ni aparatos ni implicaciones sociales del crecimiento de la Red, y, sin embargo, cuentan con un número de visitas de lo más apreciable… y creciendo. Es una ola de «blogs» generada por usuarios no estrictamente «geeks» pero sí curiosos por lo que Internet les puede ofrecer en términos culturales y, sobre todo, de diversión. Sus contenidos giran alrededor del cine, la música, la tele, los videojuegos, lo «friki»… Siempre el ocio en el punto de mira. Yo pertenezco a esa blogosfera, aunque como lector también frecuente mucho la de aquellos otros, ya que el mundo de la ciencia-ficción, por ejemplo, sea un curioso nexo de unión entre ambos. Hay más blogosferas flotando, por supuesto. Una compuesta por «diarios puros»; ya sabéis, gente que cuenta su vida, que a su vez conecta especialmente con otra gente cuyas vidas se parecen o complementan las suyas. Cruce de experiencias y sensaciones, con tendencia a la generalidad, y casi siempre con bajo nivel redaccional. Lo que podríamos llamar «mainstream», vamos. También hay blogosfera musical, más centrada en el mp3, blogosfera «ultracool», etc, etc. El paisaje visto desde cierta distancia resulta similar a un quiosco, o al escaparate de una librería, con sus distintas secciones y zonas especializadas. En el fondo estamos ante lo que podríamos llamar áreas editoriales diferenciadas, no del todo aisladas, pero casi. Yo me siento parte de cierta blogosfera, aunque como lector entre y salga de otras. No obstante, los que me enlazan y enlazo, los que me escriben y conozco, y la mayoría de los que a lo largo de años se cruzan en mi vida profesional y personal, forman parte de esa blogosfera «pop» a la que me refería.
Al final me ha salido un tocho, me lo temía. Será porque estos días me apetece más escribir comentarios que actualizar mis cosillas. Saludos y abrazos.
Si, si nos hemos dado cuento. Y no, no es cierto que no haya contacto entre ellas. Contacto directo, puede, pero todas están a , como máximo, 3-4 grados de separación.
Estaría estupendo si consiguieses hacer que el tamaño de las bolas representase la «importancia» del nodo y el grosor de las flechas la «fortaleza de la relación».
Yo trabajé con este mismo sistema y es la mar de útil para la gestión de las redes de ventas!!
Un saludo.