Cualquier excusa es buena para intentar provocar un cambio de gobierno. Lo de anticipar las elecciones resulta a algunos tan prioritario, que hoy mismo el editorialista del mundo en «Si nace niña, la reforma constitucional sería prioritaria» se aprovecha de que una señora esté embarazada. Y como no se trata tanto de tener razón como de ir argumentando lo que sea, no duda en recurrir al anumerismo:
La reflexión es a la inversa si la Princesa trae al mundo a una niña. La reforma sería urgente puesto que existiría la alta probabilidad de que su segundo hermano fuera varón.
Supongo que al editorialista le sorprenderá descubrir -o quizá lo sepa perfectamente y le dé igual- que la probabilidad del sexo del segundo hijo no se ve afectada por el sexo del primero. El segundo tiene tantas probabilidades de ser niño como de ser niña. Aunque a lo mejor quiere decir que es posible que el segundo sea niño, y el «alta probabilidad» no sea más que fruto del entusiasmo. Pero claro, eso también puede pasar con el primero. La cara que se les puede quedar si resulta ser niño.
Escogo la otra puerta.
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SegFault
No hay que ser tikismikis…al fin y al cabo 50 es una probabilidad «bastante alta» 🙂
Suponiendo que un gobierno permitiese seguir teniendo hijos a aquellas parejas que engendrasen niñas, de tal manera que habría familias con un solo hijo, otras con una hija y un hijo, pero algunas con una ristra de hijas hasta que llega el primer varon.
¿Se conseguiría de este modo tener una población con más mujeres que hombres?
¿Eh, eh, eh?
(Un saludo para Martin Gardner)