En Cádiz me compré mi quinto moleskine en una librería llamada Quorum y que estaba bastante bien. Tengo dos de los pequeños, uno grande para notas, uno japonés (ése que se abre todo formando una única tira) y el que me compré, uno grande para dibujo. Como tenía uno para dibujar, pensé que lo lógico sería usarlo con alguien que supiese dibujar (los moleskine hay que empezarlos lo antes posible, porque si no a uno le entra el respeto y no se atreve a poner nada) y se lo pasé a Juan Miguel Aguilera (aquí debería quizá decir «el gran Juan Miguel Aguilera«, pero eso le pondría a mi altura) quien me pintó este hermoso Angriff que amenaza con comerme:
Gracias Juanmi.
Yo tengo un bloc de las supernenas… ¿no soy tan popero y molón como vosotros?