Pues eso. Estoy en Barajas y entra un sol muy agradable por estos tremendos ventanales. Ya empiezo a disfrutar. Los últimos tres días en Santiago han sido muy oscuros. Que de noche no haya luz me parece lógico. Pero la cosa empieza a desconcertarme cuando no hay luz en pleno día.
Me queda como una hora para salir. A seguir chateando.
Allá por agosto escribía usted algo sobre Cioran. Buscaba en estos días algo sobre ese filósofo y la navidad.
Todos eso me condujo a estos lados.
El resto es colorín colorado.
Saludos de todas maneras.