En realidad no, pero no me resistí a poner el título. Lo que sí tenemos son dos puntos de vista diferentes sobre el móvil con cámara.
David Coursey en Why camera phones are so darned popular explora el porqué de la popularidad de esos dispositivos, después de señalar que los móviles con cámara son ya la tecnología de más rápida aceptación de al historia. En gran parte, porque hoy día es casi imposible comprarse un móvil de cierto nivel que no venga con cámara.
Pero no se muestra nada entusiasmado con la posibilidad de hacer fotos con el móvil:
I’ve played with camphones and had fun, but I wouldn’t go out of my way to use one. If I know I want to take pictures, I use a «real» digital camera. If I get in a situation where I wished I’d brought a camera, the camphone usually won’t do the job. And on those rare camphone-appropriate occasions, I usually forget that I have one.
I’m not exactly calling camera phones a fad, but I’m not exactly not calling them a fad, either. My bet is there will be a relatively small number of people who shoot lots of camphone pics–in the U.S., we have a special term for these people: «12- to 24-year-olds.» A much larger group will have a camphone but never click the shutter; we call those people «adults.»
No me molesta en absoluto la referencia final a niños y adultos. Todo el mundo sabe que tengo efectivamente la edad mental de un niño de 12 años y sólo lamento no tener esa edad cronológica. Eso de crecer y hacerse mayor no tiene la más mínima gracia, y encima te siente viejo.
Pero volviendo al tema. Creo que Coursey comete el error habitual de considerar que un móvil con cámara es una cámara digital. Nada más lejos de la realidad. Si alguien quiere una cámara, lo mejor que puede hacer es comprarse uno de los buenos modelos que corren por ahí. Un móvil con cámara es otra cosa muy diferente: es un dispositivo digital que puede conectarse a internet y se lleva en el bolsillo. Y su cámara sirve para un tipo de fotografía efímera que se puede compartir de inmediato y cuya utilidad no tiene que trascender más allá de las necesidades inmediatas de comunicación.
Desde ese punto de vista, estoy más de acuerdo con Phonecams: Beyond the Hype. Empieza diciendo:
Even the phonecam manufacturers don’t seem to have a clue what people will really use these things for, judging from the foolish scenarios they portray in TV commercials. But that’s typical; new technologies are never born fully-formed. Nobody knows how networked cameras will evolve, and nobody knows just how we’ll grow to use them. But special properties of networked cameras have convinced me that these tools won’t be abandoned any time soon. Some of these capabilities haven’t emerged yet but I think they’re all on the way.
Y luego destaca cinco características que parecen exclusivas de las cámaras en red. Entre ellas, la posibilidad de compartirlas de inmediato y también anotarlas de inmediato.
Una cámara en red es un dispositivo diferente. No dudo que en el futuro tendremos cámaras digitales que estarán conectadas sin ser necesariamente telefónos. Pero por el momento, los teléfonos están y es posible explorar su capacidad para la fotografía efímera. O como dicen en Camera phones changing the definition of picture-worthy:
Unlike the traditional camera, the camera phone is an intimate and ubiquitous presence that invites a new kind of personal awareness, a persistent alertness to the visually newsworthy that makes amateur photojournalists out of its users.
Muy acertado tu post. Dar ambas opiniones nos una visión bien balanceada de la realidad. Yo personalmente ya ordene mi camera phone y pretendo poner un moblog en mi sitio. Como dices, para la fotografía efímera, especialmente durante viajes. Obvio que si la escena vale la pena también usaré mi cámara digital, así el camera phone se vuelve solamente un complemento mientras la tecnología llega al punto que queremos que llegue. Saludos, buen post.