Rvr enlaza a una entrevista con el gran filósofo de la ciencia Mario Bunge donde éste comenta que «Lo importante es el conocimiento, no la información». Es más:
La información en sí misma no vale nada, hay que descifrarla. Hay que transformar las señales y los mensajes auditivos, visuales o como fueren, en ideas y procesos cerebrales, lo que supone entenderlos y evaluarlos. No basta poseer un cúmulo de información. Es preciso saber si las fuentes de información son puras o contaminadas, si la información como tal es fidedigna, nueva y original, pertinente o impertinente a nuestros intereses, si es verdadera o falsa, si suscita nuevas investigaciones o es tediosa y no sirve para nada, si es puramente conceptual o artística, si nos permite diseñar actos y ejecutarlos o si nos lo impide. Mientras no se sepa todo eso, la información no es conocimiento.
Curiosamente, Jakob Nielsen ha iniciado una batalla contra un problema relacionado: la contaminación informativa. Es decir, el exceso de datos y la falta de conocimiento, y las demandas asincrónicas que esa información hace de nuestro limitado tiempo:
«The entire ideology of information technology for the last 50 years has been that more information is better, that mass producing information is better,» he says.
But the net is now so much an machine with all the answers instantly, it has mutated into a «procrastination apparatus», which spews information without much prioritisation Dr Nielsen argues.
[Estoy escuchando: «Let me entertain you (live)» de Robbie Williams en el disco Live summer 2003]
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