Estoy en el aeropuerto de Lanzarote de camino a Madrid para luego volver a Santiago. Todo empezó el miércoles, cuando me vine aquí a ver a la familia en plan kamikaze, dejándome caer desde el cielo. He trabajado un poco, pero relajado. Tanto me he relajado, que ni siquiera he actualizado esta bitácora. Un punto curioso y positivo es que he conseguido configurar el portátil para conectarse a internet usando el móvil. Por tanto, esto es exclusivo y genuino moblogging. Va más rápido que el modem analógico.
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