JJ lamenta la lenta pero segura desapareción del disquete de toda la vida. La verdad es que a mí el disquete nunca me gustó. Ni el disco de 5 y 1/4 ni el de 3 y 1/2. Siempre tuve mala suerte con ellos. Se me estropeaban en el momento más inoportuno, tiempo después eran ilegibles y demás. No lloré cuando las disqueteras grandes desaparecieron de los ordenadores y dudo mucho que dedique ni diez segundos a recordar la única que queda en el equipo (de hecho, si se estropease, ni me molestaría en cambiarla). Como Fernand0, tengo un pen de esos (aunque sólo de 32 megas) y estoy encantado con él. Con su cuerdecita me lo pongo al cuello y me voy por ahí:
Aunque evidentemente, lo que a mí me gustaría sería sentarme delante de cualquier ordenador y tener acceso a todos mis datos de forma segura. Pero mientras tanto…
Comprendo la nostalgia. Incluso la ejercito de vez en cuando, aunque no me gustaría seguir con los equipos del pasado. No cambiaría mi iPaq por el ZX-81 que tuve. Pero lo que definitivamente me sorprende del comentario de JJ es el final cuando dice:
En fin, decir adiós a los discos blandos es decir adiós al más entrañable desorden, y decirle hola a lo práctico, eficiente, pero sin corazón.
¡Hombre, no le digas a mi pobre pen que no tiene corazón!
Pedro, para los profanos, ¿qué demonios es un "pen"?