En una ceremonia que aparentemente fue muy tibia (no la vi, este año decidí que prefería dormir), una voz se atrevió a hablar de lo importante: Michael Moore. Gracias a Kevin Burton me he encontrado un enlace a la entrevista con los medios posterior a la entrega. La imagen resultante es la de un hombre bullicioso, exagerado y algo maniaco que dice sin embargo cosas muy importantes. Además, demuestra en su persona que un gran sentido del patriotismo puede combinarse con una oposición a las acciones claramente equivocadas de un gobierno. Justo al principio un periodista le pregunta por qué lo hizo a lo que él responde «Porque soy americano», consiguiendo dejar en silencio (con algunas risas nerviosas) a todos los periodistas durante varios segundos. Finalmente, el periodista original consigue contestar preguntando «¿Sólo eso?», cayendo en la trampa. Moore no tiene más que decir «Es mucho. Soy americano y uno no renuncia a su ciudadanía cuando entra en el teatro Kodak».