Tim O’Reilly presenta una interesante recopilación de historias de cambios a Mac. Parece que muchos de los que se cambian vienen del mundo de Linux o Unix, no de Windows. Leyéndola, estoy de acuerdo con algunos de los comentarios. He usado Linux en varias ocasiones, y me sigue pareciendo difícil de utilizar y cuando las cosas no funcionan, pues no te queda claro por qué y leerse la página explicativa es como intentar la exégesis de un koan zen.
Yo también quiero un Mac. Por desgracia, no me lo puedo permitir.
Hay que tener una cosa en cuenta: no es lo mismo utilizar el PC en tu casa para tus cosas que usarlo como herramienta de trabajo. Quiza para lo primero todavia sea un poco "duro" (aunque cada vez menos, p.ej las ultimas SUSE y REDHAT) pero para lo segundo es desde luego la mejor opción. Una vez que el trabajador se acostumbre a su herramienta de trabajo la usará sin ningún problema y cuando haya problemas (y raro me parece que los haya) el servicio tecnico será el que tenga que encargarse de solucionarlos. Resumiendo, un currante no tiene porque saber administrar su puesto de trabajo Linux (la parte más difícil, a mi entender, de tener un Linux), sólo tiene que aprender a usar las herramientas que necesite y como premio, adios a los pantallazos azules y a los virus 🙂