¡Qué desilusión!
La primera era una película ingeniosa, con mucha gracia y divertida. Ésta es un cajón en el que cabe todo, donde los efectos especiales, las situaciones raras y el flujo interminable de personajes sustituyen a cualquier posible intención de contar una historia. Curiosamente, a pesar de que los niños son mayores, la película es más infantil. ¡Vaya un desastre!
Como elemento que la redime ligeramente: sale Pigasus
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