De nuevo gracias a paradox1x llego hasta este artículo que intenta explicárse lo inexplicable, por qué la serie Buffy, cazavampiros no recibirá más que alguna mísera candidatura a los Emmy tratándose de una de las mejores serie de la televisión actual. Da cinco razones, pero las dos primeras son probablemente las más interesantes: «Se llama Buffy, cazavampiros» y «Es divertida, es dramática, da miedo».
La primera es evidente. Con ese nombre, todo el mundo piensa que se trata de una serie juvenil fantástica. Y lo es, claro. ¿Eso le quita calidad? Juvenil no quiere decir idiota. Y fantástica no quiere decir alejada de la realidad. La fantasía en Buffy, como en las mejores obras de ese género, es realmente metáfora de otra cosa, y en la serie el mecanismo se usa de una forma asombrosamente efectiva. En pocas otras series problemas como los abusos a menores o la muerte en la familia se hubiesen podido tratar de una forma tan cruda y descarnada como se hace en Buffy. En pocas ocasiones, los peligros que acechan a cualquier persona en su proceso de maduración han quedado tan claros.
La segunda no merece mayor comentario. Es la típica mentalidad de «no sabemos qué es, así que no sabemos en qué categoría meterla».
Joss Whedon, el creador de la serie, es un escritor admirable y con talento, que conoce perfectamente la regla dorada para escribir: los personajes deben ser reales y hay que contar la verdad. Y la serie es un ejemplo perfecto de esa máxima en acción. Cada uno de los individuos que la pueblan es un ser humano totalmente desarrollado, que actúa y siente por sí mismo, y que muestras debilidades y fortalezas. Y la verdad en la serie queda siempre clara: a veces lo que te hace fuerte también es una debilidad, incluso entre las sombras más oscuras o bajo la luz más blanca las cosas son grises y ambiguas, no siempre se puede salvar a todo el mundo, a veces la muerte es inevitable, queremos reír pero lloramos, o queremos llorar pero reímos. La verdad de la vida, como la contaban Shakespeare u Homero.
(Whedon posee, además, la rara habilidad de escribir diálogos llenos de ingenio, inteligencia y chispa. Por desgracia, los traductores españoles de la serie se empeñan en hacer todo lo posible por eliminar hasta el mínimo rastro de esas cualidades, vertiéndolos de la forma más pedestre posible).
También es una serie valiente que se atreve a aceptar riesgos y desafíos. Cada temporada termina de una forma diferente y cada vez las cosas son más complejas y oscuras, porque los personajes tienen cada vez mayor vida detrás. El final de la cuarta temporada fue un episodio onírico, que transcurría en el mundo de los sueños, y donde cada uno descubría que su virtud, la inteligencia o el corazón, podía también debilitarle. Al comienzo de la quinta temporada, aparece una hermana de Buffy, cuando a lo largo de cuatro años ha quedado claro que ésta es hija única. Lo mejor, todo está perfectamente justificado.
Las mejores temporadas son la quinta (precisamente la que Canal+, mostrando una vez más el respeto que siente hacia sus abonados, dejó cortada) y la sexta (mi preferida). La quinta en particular contiene un episodio soberbio, «The Body», una reflexión franca y sincera sobre lo que significa la muerte de un ser querido. Un episodio lleno de silencios, que también contiene un beso lésbico iniciado a partir iguales por el amor y la desesperación (nada más lejos de los castos besos publicitarios tipo «esta semana Rachel besa a Wynona»). «The Body» muestra a los personajes intentando ajustarse a esta nueva situación, intentando comprender, inútilmente, el por qué de lo sucedido. Para que la fuerza de la idea no se rebaje, la muerte es perfectamente natural, y no hay en el episodio ningún elemento sobrenatural, más que al final y sólo como catalizador de la resolución.
La sexta temporada es mi preferida. Una temporada siniestra y oscura, en que los problemas se van apilando de tal forma unos sobre otros que todos los personajes acaban profundamente deprimidos. {AVISO SPOILERS} Buffy recién resucitada que debe trabajar en una hamburguesería. Xander a punto de casarse con una ex-demonio de más de 1000 años. Dicha ex-demonio que no ha conseguido todavía adaptarse del todo al mundo. Un trío de supervillanos nerds (decidieron conquistar el mundo durante una partida de rol) que empiezan siendo los tres chiflados pero acaban en el asesinato. Un Spike que viaja a África a buscar lo que quiere, pero recibe lo que realmente necesita. Y lo mejor, una Willow convertida en superbruja megazorra hiperpoderosa, dispuesta a destruir el mundo por la mejor razón de todas: para acabar con el sufrimiento.
Esta temporada contiene además «Once More, with Feeling», un alucinante episodio musical, en el que las canciones tienen sentido (hay cosas que simplemente no se pueden decir con diálogos), la música es brillante, las actuaciones son de alto nivel y la conclusión inesperada. Posiblemente, junto con «The Body», sea de lo mejor de la serie.
¿Así que a los Emmy no les gusta Buffy? Pues la verdad, ellos se lo pierden. Buffy, cazavampiros es de lo mejor, y se seguirá viendo cuando nadie se acuerde de algunas de las series premiadas. Sobre ella se escribirán ensayos y tesis.
(De hecho, ya hay al menos un libro de ensayo sobre Buffy: Reading the Vampire Slayer. Según Amazon.co.uk:
The essays that follow consider a wide range of issues, but a common theme is the complexity and inventiveness of the shows, with their deconstruction of patriarchal authority and highlighting of the ambiguous nature of evil. Variously, the authors consider how Buffy subverts the «male gaze», the ways in which the shows challenge such concepts as established authority and traditional ways of learning and knowing, the use of humour, how the landscape of Southern California plays its part, and how fans have become actively involved in the writing of slash-fan fiction.
Está en mi lista, sí.)
Y la próxima temporada, la séptima, empieza el 24 de septiembre. Es una de esas pocas ocasiones en las que lamento no poder ver la tele americana. A esperar pacientemente al vídeo.
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Tanta verdad junta me abruma. He visto Buffy cuatro veces y, en mi más humilde opinión: es una oda a la vida. Tiene tanto que decir. Habla del miedo a crecer, del miedo al miedo, del miedo a perder a quien más quieres, del miedo a tu propio pasado, del miedo a lo que no conoces. Pero también habla de amigos que darían todo unos por otros, de amor que no siemrpe acaba bien, sino que es realista. De adultos que cometen errores y (casi) niños lanzados al mundo de adultos. De errores y aciertos. De decisiones poco éticas y personas que no te convienen pero que te hacen feliz. Habla de la vida desde el punto de vista de una niña golpeada por una realidad que nunca ha pedido, por un destino que teme que se escape de sus manos, de una niña que no quiere aceptar que tiene que crecer, porque hay un mundo que depende de ella. DE una niña que llega un momento en que deja de ser niña. Después del dolor, del sufrimiento, de risas y lloros, de amores que quedaron por el camino, decisiones erroneas y aciertos grandiosos… se convierte en una mujer. Somos testigos del crecimiento, del desarrollo, de la vida.
Una serie grandiosa, sin lugar a dudas.
Y debo leer ese libro, sí.
hola te dire algo por no me pude controlar cuando dijiste »nadie quiere a buffy» perdona? nadie la quiere? sabes cuanta gente la quiere y la aprecia mas de quince mil cuatrillones pasaron que lo veian y los no lo la veian solo eran 530 ves …… buffy es
la mejor serie que e visto en mi vida habla del amor de forma prohibida y habla de las responsabilidades de ser adulto hasta toda la gente que en un capitulo moria algun familiar suyo todo el mundo que conocia que la veia lloro…y adivina por no solo por que murio si no por buffy nos dio cariño atravez de la serie 7 años 7años para recordar lo que ha ehcho no solo ella si no sus amigos que apenas si muere uno a los que nos gusta lloramos ….. espero que allas entendido que todos el mundo exscepto 530 personas les gusta a 530 no les gusta no se `porque
Somos muchos los que no solo la queremos, sino que la adoramos, y andamos metidos en el buffyverso desde hace años y años. Y ahí seguiremos, aunque se haya derrumbado la Hellmouth.
Y si me permites, una pequeña corrección a tu excelente artículo: Spike no va por una cosa y recibe otra, va por su alma desde el primer momento. Confirmado esto tanto por un visionado cuidadoso del final de la sexta, como por David Fury, Jane Spenson y otros guionistas, los encargados precisamente de filmar y terminar la sexta temporada. (Whedon andaba a otras cosas)
Mismamente puedes oir algo de esto también en los comentarios en DVD, se les fue un pelín la mano jugando al misterio y dieron lugar a cierto equívoco, pero que el vampiro iba por la Restauración (la misma palabra lo dice) era lo previsto y lo que se pretendía desde el primer script.
Saludos cordiales.