Imaginen el siguiente anuncio. Un señor trabajador y triunfador regresa a su casa. El atribulado proveedor del hogar descubre que su señora ha destrozado la ropa al no saber poner bien una lavadora. El prócer, ni corto ni perezoso, coge el teléfono, llama al servicio técnico y exige que le cambien a su mujer, porque ésta no funciona bien.
¿Cuánto tardarían en retirar semejante anuncio?