Ayer salí un momento y me encontré unos patos, uno blanco y dos negros, en el río que corre cerca de casa. Volví de inmediato a coger la cámara para sacar algunas fotos aquí, aquí y aquí. Debo empezar a acostumbrarme a llevar la cámara conmigo. Nunca se sabe.
Por cierto, que el río en cuestión no tiene demasiado buen aspecto. Sara dice que lo limpiarán pronto.