El primer navegante Fremder Gorn fue encontrado flotando en el espacio, vestido sólo con un mono azul. No hay ningún otro rastro de la nave Hija sabia y todos están interesados en saber qué fue de la nave y como pudo Fremder sobrevivir sin protección en el espacio. A partir de ahí comienza el periplo del personaje que debe enfrentarse a las autoridades del futuro y descubrir el secreto que guarda su mente. Y a la vez, debe desenredar la compleja madeja de la vida de su madre, Helen Gorn, quien inventó el motor de fluctuación que permite recorrer con facilidad el universo.
Superficialmente suena un poco a Las estrellas mi destino, pero el tratamiento de la historia es muy diferente.
Y podría haber sido mejor libro.
La potente visión de Russell Hoban está presente por todas partes. Su mundo futuro, a mediados del siglo veintiuno cuando la humanidad recorre libremente el universo y ha conquistado, se da a entender, otros mundos, es completamente vívido, extraño y brillante. El desfase entre la fecha de los acontecimientos, 4 de noviembre del 2052, podría perfectamente quedar explicado por la resolución de la historia. Aunque es evidente, que la verosimilitud no es una gran preocupación para Hoban.
Y prácticamente esa visión del futuro es lo que carga con todo el peso de la novela. Su Londres tiene todo el carácter de las pesadillas y los encuentros con personajes tenebrosos se suceden en lugares aún más tenebrosos. Muchos de esos personajes son también particularmente interesantes, especialmente la Pitia, con sus 23.700 millones de fotoneuronas.
Lo que falla es el resto de la narración. Realmente no hay mucho que contar, y la explicación final, que realmente se refiere a un problema familiar, es mucho menos interesante que el desarrollo. Se intenta lograr un aire de profundidad con un batiburrillo de referencias literarias, científicas y mitológicas, pero cae más en el terreno del cliché que en el de la profundidad. En realidad la historia es arquetípica, apenas disfrazada para que parezca ciencia ficción (o, en este caso, algo similar). Realmente se queda a medio camino, y aún así sigue siendo interesante.