El dragón rojo

Siento una extraña ambivalencia con respecto a esta película. Por esa razón, a pesar de haberla visto hace ya unos días no he escrito hasta ahora. Pensaba que el tiempo me ayudaría a aclararme, pero sigo igual. En realidad me gustó: en muchos aspectos, más que El silencio de los corderos, que en su día tampoco me impresionó excesivamente. En otros, queda claro que el director de El silencio de los corderos es mejor que el director de El dragón rojo.

La película arranca de forma espectacular, con un Hannibal Lecter de civil, mirando con desagrado a un músico que no toca demasiado bien. Que el músico acabará en el plato, lo tenemos claro. Que lo servirá a sus amigos, ya es el punto de depravación y refinamiento que uno espera de Lecter. A continuación aparece el personaje de Edward Norton, Will Graham, y da comienzo la curiosa tensión de la película. Hannibal Lecter pierde, frente a alguien que claramente le supera en talento. Todos los gruñidos, juegos y trucos de Lecter durante el resto de la película no son más que un intento desesperado de compensar un terrible complejo de inferioridad (el juego es diferente que El silencio de los corderos donde quedaba claro que Lecter consideraba el personaje de Jodie Foster como alguien a quien podía manipular sin problemas).

El tercero en discordia, Tooth Fairy (apodado en español el Duende de los dientes o algo similar) es un espléndido Ralph Fiennes que crea un ser torturado, Francis Dolarhyde, que cree estar metamorfoseándose en el temible Dragón Rojo, pero que a la vez es un ser humano corriente (aunque la verdad, la historia de abusos en la infancia es tan tópica que debería haberse eliminado) capaz de enamorarse de una mujer, que tiene que ser ciega para que no deba la deformidad que el personaje cree tener, interpretada por una también espléndida Emily Watson (que comparte una escena memorable con un tigre sedado). Otro actor a destacar es Philip Seymour Hoffman, en un breve pero importante papel de periodista rastrero.

Francis Dolarhyde se convierte en centro de la trama (sus asesinatos, su búsqueda desesperada de paz interior…) y en peón, del juego que Lecter monta contra Will en su deseo de venganza. Gran parte de la tensión es puramente emocional, y hay pocas escenas realmente violentas o de sangre. Ralph Fiennes, por ejemplo, casi no tiene que hacer nada para resultar amenazador. Es uno de los aspectos interesantes el que la película se centre en el juego enfermizo entre personajes.

Sin embargo, a pesar de haberla disfrutado, y mucho, no acabo de estar del todo satisfecho. Quizá, el guión y la idea (a pesar del breve y obligatorio clímax) me parecen mejores que la ejecución de la película. Hay escena muy buenas, todo el principio, por ejemplo, o Hannibal Lecter con su máscara mirando con ojos feroces e inteligentes de un lado a otro, y otras que podrían haberse trabajado más. No he visto la visión original, así que sobre eso no puedo opinar. Aún así, creo que vale la pena verla.

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Las camisas oyen

Aplicaciones militares de los e-tejidos

. Elementos electrónicos combinados con tejidos para producir una tela que puede oír:

Researchers at the University of Southern California and Virginia Tech have developed a fabric woven with conductive wires and a cluster of seven button-size microphones that can be used to detect the sound of remote objects, like approaching vehicles.

«The fabric gives us the capacity to make very large computing systems with integrated sensors and integrated power supplies and to do this very cheaply with existing textile manufacturing capabilities,» said Mark Jones, a professor of electrical computer engineering at Virginia Tech.

(vía Smart Mobs)

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Sé que parece un trabalenguas, pero una compañía sueca ha denunciado a Reuters por publicar datos financieros del tercer trimestre, informa The Washington Post. Según la compañía, Intentia International, Reuters accedió de forma no autorizada a su web y encontró el informe que no estaba disponible «por los canales normales del sitio».

Obsérvese que aparentemente Reuters no rompió ninguna clave o entró en ningún sistema protegido. Simplemente escribió una dirección web en un navegador y dio con el informe. ¿Qué significa «por los canales normales del sitio»? ¿No había ningún enlace que apuntase al recurso? Pero estaba situado en un servidor web, cuyo trabajo es servir las páginas cuando alguien las pide.

Por la descripción del artículo, aparentemente lo que quieren es que un tribunal decida qué es público y privado en un servidor web (aunque admiten que la información se puso en el servidor por error). Pero ¿por qué quieren tal cosa? Hay muchas formas de proteger la información puesta en un servidor web de suerte que al menos alguien tenga que introducir una clave y por tanto poder defender la idea de una entrada ilegal. ¿Por qué obligar a un tribunal a decidir cuando la solución técnica es muy simple? Quizá, porque ahora no saben cómo corregir la chapuza.

Personalmente, Intentia International tendría mucho mejor credibilidad si buscase al individuo que puso el informe en el servidor de la empresa.

La versión de Intentia aquí.

(vía Lawmeme.com)

24 y Angel

Hoy también he recibido un regalo. Dos series de televisión: 24 y Angel, primera y segunda temporada respectivamente, las dos en DVD. Ya saben que me encantan las series de televisión. Y a estas dos les tenía ganas desde hace un tiempo.

De 24 tenía referencias interesantes. Un agente de la CIA, Kiefer Sutherland, debe impedir un complot contra un candidato presidencial y a la vez rescatar a su hija secuestrada. ¿La coña? Sólo tiene veinticuatro horas y la serie va transcurriendo, más o menos, en tiempo real. Es decir, a capítulo por hora (en realidad, cada capítulo tiene 45 minutos. La publicidad, ya saben). La idea me cautivó y estoy deseando verla.

Angel es la serie hermana de Buffy cazavampiros. El que fuera gran amor de Buffy, el vampiro Angel, llega a Los Angeles y allí se encuentra con algunos personajes de la serie original y otros nuevos. La serie es casi tan buena como Buffy y conserva gran parte de su sentido del humor. Pero también es más oscura y siniestra, contagiándose del ambiente de novela negra de al ciudad de ángeles. Como todavía tardaremos en ver la séptima temporada de Buffy, de la que en casa somos muy devotos, al menos nos podremos conformar con Angel.


Jython II

Acabo de recibir el libro de Jython que había pedido. De la introducción por Jim Hugunin:

The story of Jython begins in the spring of 1997, while I was working on my Ph.D. at MIT. While doing some benchmark work comparing the performance of Numeric Python to a variety of other programming languages, I was amazed to discover that Java was as fast a C code for simple numeric benchmarks. Previously, I had been uninterestred in Java because I saw it as an inferior replacement for Python. But I began to see the possibility that Java could be a replacement of the ugly and error-prone C code that I was writing for the performance-intensive parts of my systems.

After a week spent experimenting with Python on Java, I’d learned some exciting things. First, it was possible to translate Python programs into Java bytecodes by hand without any significant loss in performance. Second, the Java language had many similarities with Python and was a nice static counterpart to Python’s dynamic nature. Finally, I learned about the wonderful java.reflect package that made it possible to load and use arbitrary Java libraries from Python without having to write any glue code. This meant that it should be possible to download and interesting new Java library from the Net, put it on my classpath, and immediately start using it from Python.

That single week’s worth of experiments convinced me that there was a beautiful and elegant match to be made between Python and Java and I wanted to be the one to do it.

La primera impresión del libro es positiva. Cortito, poco más de 250 páginas ?lo que siempre es agradable, porque deja la impresión de que acabaré comprendiendo algo del asunto sin tener que leer 1000-, un repaso al índice da a entender que contiene todo lo que necesito saber para ponerme en marcha. En particular, el primer capítulo es francamente bueno. A modo de introducción, en lugar de explicar para qué puede servir usar Jython, los autores comienzan con un pequeño ejercicio interactivo en el que se construye una pequeña interfaz gráfica usando Swing desde Jython (primero hay que instalar Jython, claro, instalación que es asombrosamente simple. No me llevó ni diez minutos hacerlo, incluyendo el tiempo de bajarme el archivo correspondiente y leer los pasos a seguir en el apéndice A). Después de esa demostración, confieso que quedé muy impresionado. La sensación de poder añadir botones a un frame usando una sentencia simple como win.contentPane.add(eachButton) es casi mágica.

Según los propios autores:

Botanist know that if you cross-pollinate two different strains of plants, you create a hybrid; a new plant that exhibits the strengths of both its parents. Jython is a programming hybrid. It is an implementation of the Python scripting language written in 100% pure Java that runs under any compliant Java Virtual Machine (JVM). Using Jython, you can write Python programas that interact with any Java code. The Jython interpreter supports a number of shorcuts, which make using Java libraries as easy as using you own Python code.

Seguiremos explorando.


Sun ONE Studio

Uso Sun ONE Studio 4 como IDE para programar en Java. Supongo que no es el mejor, pero me acostumbré a él y ahora me cuesta cambiar. Pero tenía un problema con él. Cuando salía del programa, Windows me daba un error de ddhelp.exe. Ddhelp.exe pertenece a DirectX y no conseguía entender cómo me daba semejante error algo que servía para programar en Java.

Las soluciones obvias (volver a instalar el programa, volver a instalar DirectX…) no me funcionarion. Pero buscando mucho por la página de Sun, llegué a una oscura referencia a un fallo con DirectX en Windows 95 (yo uso Windows98 SE, lo sé, lo sé). La solución: desactivar DirectDraw por medio de una aplicación de diagnóstico de DirectX.

¿Resultado? Ha funcionado perfectamente. Aunque sigo preguntándome cómo se podía producir semejante fallo.

…para hacer uso de la mejor tecnología disponible y luego matar a los rehenes que pretendía salvar usando un gas. Según esta información, las fuerzas rusas hicieron uso de los teléfonos móviles de los secuestrados para planear la operación de asalto al teatro moscovita:

When calls from hostages came, family members first established whether any terrorists were near the person placing the call. Family members and security officials said the phone would be passed to a security officer, who would ask ?yes and no? questions to confirm key information about the terrorists ? careful not to draw the hostage into a conversation that would be suspicious to the Chechen fighters.

(vía Smart Mobs)

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Pastel luminiscente

Esto de ponerle velitas al pastel de cumpleaños está ya un poco pasado. Lo ideal: que el pastel emita luz por sí solo. Una compañía de Taiwan lo ha desarrollado, cubriéndolo con una crema que contiene una proteína extraída del alga roja endémica de Taiwan usando lo último en biotecnología. Más información aquí.

(vía Boing Boing)

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Almuerzo con el vampiro

Robert Paul Rice afirmaba que el sistema estatal de prisiones de Utah violaba su derecho a seguir su religión al no ofrecerle una dieta «vampírica». También se quejó de que no le permitiesen visitas conyugales, en Utah aparentemente no existen, con una «vampiresa» para realizar «el sacramento vampírico».

El tribunal de apelación no se sintió demasiado impresionado por la argumentación.

(vía Follow Me Here)

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Amazon.com pierde menos

Es la noticia de comercio electrónico del día. Amazon.com ha perdido menos dinero en el último trimestre que en el mismo trimestre del año anterior dice la BBC. ¿Es noticia porque nadie lo creía posible? ¿Será un descenso asintótico de forma que se acerque progresivamente a pérdidas cero sin alcanzarlas nunca?

Por otra parte, parece que las unidades europeas y japonesa no pierden dinero. ¿Para cuándo Amazon.es? Ya sé que nunca, pero por preguntar…

La policía de Londres ha empezado a distribuir unos posters curiosos.

(vía Lawmeme.com)


Matemática

No hay nada como una buena sesión de matemáticas por la tarde para alegrarte el día. Desde que ha empezado el curso, vivo para que llegue el viernes y poder ir dos horas a Criptografía. La asignatura la da un matemático y por tanto tiene un buen nivel formal, cosa que yo agradezco mucho. Poco a poco, voy descubriendo que de la carrera de física las asignaturas de matemática fueron las que más disfruté.

Hoy nos hemos metido con DES y AES. Para este último ha tenido que explicar algo con polinomios y cuerpos finitos que no he entendido muy bien. Pero me ha parecido fascinante y en cuanto pueda lo exploraré más a fondo.

Estuve pensado en ir pasando los apuntes de la asignatura y convertirlo en entradas para la bitácora. ¿A alguien le podría interesar?

Lo que son las cosas

He descubierto que en estos momentos una URL Google (no acabo de decidirme entre Google URL o URL Google) es payaso diabólico.

Sí, yo también lo encuentro muy divertido.


A vueltas con los juegos en Grecia

Según la BBC la Unión Europea ha enviado una carta al ministro de exteriores griego diciéndole que la ley que prohíbe totalmente los juegos electrónicos (aunque según el gobierno, sólo se perseguirán los instalados en lugares públicos), podría violar la legislación europea. La carta se considera un primer paso que podría llevar a Grecia ante el Tribunal Europeo. Un tribunal griego ya la consideró inconstitucional, aunque el fallo fue recurrido.

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Google URL

Google URL

. Neologismo propuesto por David Weinberger para una frase que haga que el sitio que te interesa aparezca el primero en la lista de resultados.

Por ejemplo, en lugar de dictar la dirección de mi página puedo decir que busque «Pedro Jorge Romero» en Google. Curiosamente, Pedro Jorge también vale.

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Pop!Tech suena a actividad a la que me hubiese gustado asistir y no fui (la pondré en la lista de sitios en los que me hubiese gustado estar), una especie de congreso sobre la intersección de ciencia y tecnología, con la presencia de algunos individuos e individuas muy interesantes.

Por suerte, vivimos en la época de las bitácoras, y David Weinberger se ha encargado de «radiarla». Me ha resultado curiosa la entrada referida a Vernon Vinge y los primeros post-humanos.

Vernon Vinge es el creador de la idea de singularidad, que se producirá en el momento en que seamos capaces de producir inteligencias superiores a la nuestra. Esas inteligencias acelerarán la velocidad del desarrollo tecnológico y a su vez crearán inteligencias aún superiores. Y así sucesivamente. Por tanto, llegado ese momento, se acabará nuestra capacidad mínimamente predictiva, las reglas que conocemos dejarán de tener validad y, análogamente con la física en el interior de un agujero negro, llegaremos a una singularidad sobre la que nada podemos saber ahora mismo.

¿Cómo vivirán los primeros post-humanos?

Y hay algo más.

Comenta que en esa situación, sobre la que no tienes datos, tus únicos recursos son el principio de mediocridad, la navaja de Occam y, por supuesto, la termodinámica (a la que nadie puede escapar). Del principio de mediocridad, que afirma que en caso de duda da por supuesto que te encuentras en el caso más común, Moravec concluye que lo más probable es que vivamos, ya, en una simulación.

¿Podríamos saber si vivimos en una simulación? Bien, quizá podamos hacer lo que hacemos cuando miramos una imagen virtual, comprobar que las rectas no son del todo rectas y que se notan los píxeles. Y quizá eso sean los efectos cuánticos.

Vernon Vinge estará en noviembre en Barcelona para dar la conferencia del Premio UPC. Quizá debería plantearme darme un salto para asistir a la charla. Seguro que es interesante (acabo de traducir un libro suyo, así que tendría una buena excusa para cruzar unas palabras).

Jython

Hoy he entregado un presupuesto para un sitio. El cliente quiere algunas cosas curiosas que se salen ligeramente de lo habitual. Pero evaluándolo, he recordado unos comentarios que leí sobre el uso de un lenguaje de script en una aplicación web. Me da la impresión de que me encuentro en una situación como la descrita.

Por tanto, he decidido mirarme Jython -ya Víctor Ruíz me insistía en las bondades de Python. Como a mí estas cosas se me dan mejor con libro he pedido Jython Essentials (de paso, también he pedido un libro para aprender a hacer varias cosas simultáneamente. Creo que me va a hacer falta).

Validar RSS

Desde hace unos días, todo el mundo habla de validar su archivo RSS. Yo no iba a ser menos, así que puedo decir con orgullo que el mío valida perfectamente, o eso dice el programilla creado por Mark Pilgrim y Sam Ruby.

¿Y qué es RSS? Pues me han pillado. Pero pueden consultar el artículo sobre el asunto publicado en gen7es.


Donnesbury hoy

Me salté la tira de ayer porque no era excesivamente brillante, pero hoy vuelve a dar en el clavo.

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El sistema experto tomista

En El jardín imperfecto, Todorov se propone escribir una crónica del nacimiento del humanismo. Pero se encuentra con un problema: algunos de esos autores no tenían intención de establecer ninguna doctrina nueva. Simplemente hablaban de cosas que les interesaban, de problemas de su época que hoy ya no lo son, o reflexionaban sobre aspectos ajenos a la doctrina pero que sin embargo, como si de una imagen negativa se tratase, sirven para perfilarla. En suma, la investigación que Todorov se plantea se encuadra directamente en nuestro presente y para algunos de esos autores sería totalmente alienígena. En particular dice:

¿Constituye un anacronismo hacer participar a los textos del pasado en un debate presente? Tal vez, pero se trataría entonces de una «paradoja del crítico», o quizá de todo historiador, que se encontraría en el mismo punto de partida de su actividad, ya que ese crítico, ese historiador, se dirige siempre a sus contemporáneos y no a los de su autor. El estrabismo constitutivo del comentario lo condena a zigzaguear continuamente de un diálogo a otro: el que mantiene con su autor y el que lleva a cabo con su lector; el equilibrio al que aspira no es más que una apuesta. Por añadidura, los pensadores del pasado también tenían en su punto de mira tanto a su contemporáneo, con los que compartían un mismo contexto histórico, como a los lectores por venir, representantes de la humanidad entera; se dirigían a la vez al presente y a la eternidad. Asumiendo el riesgo de disgustar tanto a los historiadores puros como a los ideólogos puros, persisto en creer que el pasado puede ayudarnos a pensar el presente.

Párrafo que me lleva a pensar de inmediato en el problema de los autores y los lectores. Es decir, el autor escribe para sus contemporáneos, porque en realidad no puede evitarlo. Siendo animal de su tiempo, éste inevitablemente le atrapa por mucho que intente vivir en otro momento histórico. Nacemos cuando nacemos y no podemos evitarlo.

Pero por otra parte, el autor escribe ciertamente, como dice Todorov, para el futuro. Pero no un futuro cualquiera, sino en realidad para un lector ideal que le comprenda por completo. Puede que ese autor no exista nunca, o caso de existir, jamás llegue a leer la obra. Eso no importa, lo importante es que está presente en la obra y ésta lo configura con total definición. En ese sentido, todos nosotros, lectores reales, somos lectores parciales porque jamás llegaremos a comprender por completo ninguna obra.

Y a la situación se le puede dar la vuelta. Desde el punto de vista del lector se da la misma situación. Hay un autor real que escribió la obra. Pero también hay un autor implícito que se manifiesta en lo escrito, autor que representa la obra en sí y que no coincide con el autor real que la escribió. Lejos en el tiempo, ya no podemos leer a Homero o Shakespeare como lo leían sus contemporáneos y ni siquiera conocemos a esos personajes como podían conocerlos sus amigos o enemigos. Para nosotros son ahora fantasmas que habitan en libros, que se convierten así en máquinas generadoras de una inteligencia y una personalidad que no se corresponde con los originales.

Y ahora voy al Umberto Eco de Arte y belleza en la estética medieval. El problema, de nuevo, vuelve a ser contemporáneo, porque es dudoso que los medievales se planteasen esas cosas, y menos aún sin referirse a Dios. En particular, se vuelve a encontrar con el problema de Todorov: ¿cómo indagar en la visión de lo bello que tenía, por ejemplo, Santo Tomás, si éste en realidad explícitamente no hablaba del asunto porque realmente lo que le interesaba era otra cosa? La solución, es la misma:

En el fondo, nosotros podemos pensar en los sistemas escolásticos (y el tomista es sin duda el modelo más completo y maduro) como en unos grandes cerebros electrónicos ante litteram: una vez puestas a punto todas las conexiones, toda pregunta que se le introduzca debe recibir una respuesta definitiva. Naturalmente la respuesta será definitiva y satisfactoria sólo en el ámbito de una lógica determinada y de un modo de entender las conexiones de lo real: una summa es un cerebro electrónico que piensa como un medieval. Sin embargo, piensa y contesta también allá donde su autor no había tenido inmediatamente presentes todas las implicaciones de un determinado concepto.

De nuevo, la obra cobra primacía sobre el individuo (quien ya no está presente para contestar a ninguna pregunta) hasta independizarse completamente de él. A la obra de Santo Tomás se le puede interrogar sobre cosas en las que Santo Tomás no había pensado. Eso sólo es posible porque construimos una imagen del autor que en realidad no se corresponde con el real. Es más, se trata de una imagen que cambia con el tiempo, y sin duda cada época y cada individuo ha tenido su visión del «sistema experto tomista». Sistema capaz de responder a preguntas no explícitamente delimitadas en sus reglas.

Debe ser natural para un ser humano poder reconstruir en su cabeza al autor implícito de un texto. Será la base última de lo literario y la comunicación. Allí dónde carecemos de contexto humano, lo recreamos. Razón por la que no nos resulta difícil asignar rasgos humanos a cualquier cosa, sea libro o gato, que nos parezca responder con cierta intencionalidad.

En el caso del sistema tomista o los textos humanista, se requiere, sin duda, una cuidadosa labor de exégesis. No sólo para leerlos y recrear al autor implícito en ellos, sino también para construir las preguntas en una forma que esos sistemas puedan entender. No es muy diferente del proceso informático, cuando los ordenadores se programaban metiendo clavijas en agujeritos, o las respuestas aparecían en forma de cuadraditos en tarjetas perforadas. Al menos, en esos casos, el proceso de traducción era evidente, al contrario que ahora que nos queda oculto y los ordenadores parecen responder por voluntad propia.

Y para terminar, déjenme traer la cuestión a casa. ¿Forma una bitácora también un sistema capaz de responder a preguntas que su autor no había discutido explícitamente? ¿Añadir entradas significa hacer cada vez más complejo el modelo de forma que se ajuste cada vez a un autor ideal que difiere completamente de su autor real? ¿Se aleja cada vez más esta bitácora de mi yo real para conformar un personaje completamente ajeno a mí? De ser así, ¿sería malo?

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