Misterios a la luz de la ciencia

Un libro que tiene buena pinta. Además, sale por 11 €.

Misterios a la luz de la ciencia

[Recibido] Salamina de Javier Negrete

Cuánto tiempo ha pasado desde «La luna quieta» y Nox perpetua, y ahora recibo Salamina (Espasa Calpe. ISBN:978-84-670-2667-2. 568 pp. Pvp: 19,9 €) de Javier Negrete, una novela ambientada en la antigüedad clásica. Me gusta mucho el principio, por cierto:

El verano en que Temístocles cumplió nueve años, una pareja de amantes asesinó al tirano Hiparco.

De la contraportada:

Siglo v a.C. La joven democracia ateniense se enfrenta a un terrible desafío. El gigantesco Imperio Persa pretende destruir Atenas y conquistar Grecia. En ese momento decisivo aparecerá un hombre, un genio, un visionario: Temístocles.

Él será el hilo conductor de esta deslumbrante novela que, cimentada en la historia, tiene el aliento de la tragedia y la fuerza de la épica. Desde la carga suicida de los atenienses en Maratón a la batalla de las Termópilas, pasando por la fabulosa ciudad de Babilonia, todos los hilos de la rama desembocan así en la jugada maestra de Temístocles: Salamina, la mayor batalla naval de la Antigüedad y el lugar donde se dirimió el futuro de nuestra civilización.

Javier Negrete recrea este momento irrepetible con un ritmo magistral y dota de vida a un elenco inolvidable de personajes, entre los que destaca Artemisia, reina de Halicarnaso, griega de nacimiento, aliada de los persas y cuyo corazón se convierte también en un campo de batalla inesperado.

Making a Winning Short

Un libro dedicado a todos los aspectos de escribir, producir, dirigir y montar un corto. Es un regalo de cumpleaños. Es un regalo anónimo (aunque creo saber quién lo ha enviado), pero la nota decía:

Genuinamente intrigado con lo que puede salir de pjorge considerando técnicas de grabación y edición. Esto hay que azuzarlo.

Gracias, gracias. Pronto empezaré a vender camisetas.

Making a Winning Short

Por cierto, ya lo estoy leyendo y tiene muy buena pinta.

Me gusta más esta versión

Por mucho que admire el genio de Randall Munroe, me gusta más la versión que de su tira ha hecho Mark Pilgrim:

Evidentemente, queda todavía la opción de la versión borgeana, en la que un dios es incapaz de distinguir entre los distintos participantes, como le pasaba con Aureliano y Juan.

1 pregunta: Rafael Marín

Rafael Marín es el responsable de la bitácora Crisei (que recientemente ha cumplido 5 años) y autor de novelas como Lágrimas de luz, La leyenda del Navegante o Juglar. Pero entre sus múltiples actividades se cuenta también el ser un completo estudioso del mundo del cómic y co-creador de títulos como Triada Vértice e Iberia Inc.. También fue guionista de Los cuatro fantásticos. Por tanto es la persona ideal a la que hacerle esta entrevista de una pregunta:

¿Cómo se escribe un cómic de superhéroes?

Como todo guión de tebeo, primero hace falta cierta complicidad con el dibujante. A fin de cuentas, él es quien va a interpretar, y a su modo, la historia que tú le marcas.

Los guiones de cómics se pueden hacer de muchas maneras, sean de superhéroes o no. Pueden ser guiones estrictos y pesadísimos donde el guionista marca lo que pasa en cada viñeta, lo que se ve en cada fondo, el número de viñetas por página, etc etc etc. Todo, para que al final el dibujante dibuje lo que le salga de las narices.

Luego está el «estilo Marvel», ese invento de Stan Lee porque no tenía tiempo de hacerlo todo: se hace una sinopsis de lo que pasa más o menos en cada página, se le entrega al dibujante, éste lo dibuja como quiere, y el trabajo vuelve al guionista antes del proceso de entintado para que el guionista ponga los textos y explique (o sobreexplique) lo que está pasando en el tebeo. Tiene sus ventajas (el dibujante es más libre), y sus inconvenientes (el guionista muchas veces se ve obligado a justificar que existe cargando de textos el tebeo).

Normalmente yo escribo mis guiones en un estilo híbrido. Sé que a quien primero tengo que seducir es al dibujante, y por eso le cuento una historia donde marco más o menos lo que pasa en cada página y, y ahí está la novedad, indico ya los diálogos y los textos que van a acompañar esa página, de modo que el trabajo no vuelve al guionista. Así trabajé en Iberia Inc, y en Triada Vértice, y en los tres números que hice completos de Fantastic Four. En Inhumanos hice fifty-fifty: José Ladronn sabía los textos pero de todas formas, como metía muchas más viñetas por página de las que se sugerían, tuve que indicar y explicar más cosas para que el tebeo no pareciera vacío.

Eso, claro, es la teoría. Luego vienen los encontronazos con el editor, que no entiende que lo que tú estás haciendo es una forma de ganar tiempo y trabajar mejor. Como todo el mundo se cree capaz de cambiar un texto (sobre todo si el guionista es un españolito que consideran que no sabe inglés), al final te cambian los diálogos y los textos y los personajes acaban respondiendo preguntas que nadie ha hecho… porque el bocadillo con la pregunta ha desaparecido en el proceso. La cosa se complica cuando te ponen un dialoguista que no ha leído las doce o veinte páginas de guión, que se guía sólo por los dibujos y que está además en fase minimalista.

Lo peor que he llevado siempre de escribir guiones de superhéroes (y escribir guiones de cómics para mí, que soy un autor literario, es un coñazo) es meter con calzador las peleítas. Me traen loco. Por cojones hay que poner que los personajes se dan de hostias, y eso corta mucho el desarrollo de las tramas. También lo pasé mal cuando historias que tenía previstas para doce números las dejaron en cuatro, y cuando un argumento pensado para cuatro números se tuvo que condensar en uno solo.

Lo malo que tiene hacer guiones de superhéroes ya establecido es que ya está contado prácticamente todo. Cualquier idea que se te ocurra ya tiene un precedente, y en el fondo no puedes más que ofrecer una nueva perspectiva a una historia o un quiebro que ya se ha hecho. Eso, que no tendría por qué ser un hándicap per se, se convierte en un suplicio cuando ves que no hay una coordinación real entre los diversos equipos creativos que llevan adelante las distintas series (tuvimos que cambiar las primeras páginas de Los Inhumanos cuando ya estaban en imprenta porque lo que era el Tíbet, o sea, el emplazamiento de Attilan, lo habían convertido en la miniserie anterior en el Océano Atlántico: menos mal que se trató sólo de cambiar masas de blanco por masas de azul, o al revés).

También molesta un pelín ser consciente en todo momento que lo que tú vas a hacer, los empujoncitos que puedas darle a los personajes y sus azares los deshará el que venga detrás de ti. Y no hablemos de la censura, donde no te dejan hacer chistes feministas, ni jugar con alusiones sexuales, ni nada de nada; censura que uno comprende perfectamente. Lo que no comprende ni comprendió nunca era el capricho: esto sí se puede hacer, eso no. Y mañana aquello que sí se podía hacer no se puede, y lo que no se podía, se hace. O sea, que jode un montón no que a uno le manden, sino que quien mande no tenga claro lo que quiere que se haga.

Vivo muy feliz, por cierto, sin hacer guiones de superhéroes. Y, desde que conozco el truco entre bambalinas de lo que se puede hacer y lo que se quiso hacer, prácticamente sin leerlos.

Hace unos días hablaba de un concurso de diseño de juegos organizado por la asociación Jugamos Tod@s. Pues ahora tienen nuevo cartel.

Recordamos, aquí están las reglas completas.

¿Qué es un videoblog?

Si alguna vez se lo han preguntado, Juan Falla lo explica:


Que es un videoblog? from Juan Falla on Vimeo.

(vía Héctor Milla)

Chimpancé

Pronto es mi cumpleaños, pero con eso de la lista de los deseos y demás, los regalos a veces se adelantan. Hoy hay llegado uno genial: una marioneta de chimpancé que mide algo más de 80 centímetros de alto. Estoy como un niño con simio nuevo:

Cam

Concurso de diseño de juegos

La asociación cultural Jugamos Tod@s, con el apoyo de la editorial Rara Avis, organiza un concurso de creación de juegos (que tendrá su colofón en el festival internacional Eutopía 2008). El plazo de presentación termina el 9 de julio y está dotado con un primer premio de 500 euros y un segundo premio de 250 euros.

Los participantes pueden presentar hasta tres juegos, que no pueden ser electrónicos ni videojuegos. El concurso estará dividido en dos fases. En la primera, se evaluarán las reglas, y en la segunda se valorarán los prototipos seleccionados.

Aquí están las reglas completas.

Déjame en paz

Qué caja más interesante:

(vía New Art)

Traducir películas es muy complicado. La fidelidad de la traducción se pega con la necesidad de ajustar los textos a ciertos límites de tiempo. Por tanto, no es de extrañar que algunas películas acaben con curiosas traducciones. Lo que se perdió en la traducción de Casablanca lo demuestra con esa mítica película.

(gracias a Enreas)

José Antonio Ramos

(vía Crucemos los dedos)

Pero claro, Roger Ebert es un maestro en lo suyo:

When I caught up with «Iron Man,» a broken hip had delayed me and the movie had already been playing for three weeks. What I heard during that time was that a lot of people loved it, that they were surprised to love it so much, and that Robert Downey Jr.’s performance was special. Apart from that, all I knew was that the movie was about a big iron man. I didn’t even know that a human occupied it, and halfway thought that the Downey character’s brain had been transplanted into a robot, or a fate equally weird.

Yes, I knew I was looking at sets and special effects–but I’m referring to the reality of the illusion, if that make any sense. With many superhero movies, all you get is the surface of the illusion. With «Iron Man,» you get a glimpse into the depths. You get the feeling, for example, of a functioning corporation. Consider the characters of Pepper Potts (Gwyneth Paltrow), Stark’s loyal aide, and Obadiah Stane (Jeff Bridges), Stark’s business partner. They don’t feel drummed up for the occasion. They seem to have worked together for awhile.

Este libro, El economista naturalista (Ediciones Península, ISBN: 978-84-8307-826-6. 298 pp. ) de Robert Frank, me ha llegado de una forma curiosa. No ha sido directamente a través del editor, como suele pasar, sino por medio de BRM, dedicados a poner en contacto a bitacoreros con empresas. La verdad es que lo hicieron bastante bien, porque primero me preguntaron si el libro podría interesarme. Y efectivamente, interesante parece:

De la contraportada:

Las clases más interesantes de economía no suceden en el aula sino en la vida real: en el cine, en nuestra casa, en el coche o en la calle. El brillante economista Robert H. Frank explica y encuentra respuestas –en comprensibles términos económicos- a múltiples preguntas recogidas a lo largo de dos décadas de actividad docentes con sus alumnos. Estas cuestiones, curiosos enigmas y las sorprendentes, ágiles y simpáticas respuestas, revelan cómo los principios de la economía tienen un papel determinante en nuestra vida diaria.

¿Por qué nuestro congelador no tiene una pequeña luz encendida como tiene nuestra nevera cada vez que la abrimos? ¿Por qué más mujeres que hombres se ganan la vida como modelos? ¿Por qué las ballenas y no las gallinas se encuentran en peligro de extinción? ¿Por qué son más caros los huevos marrones que los blancos si los dos saben igual y poseen los mismos valores nutricionales? El economista naturalista muestra con amenidad que conocer los fundamentos de la ciencia económica puede ayudarnos a resolver estos fascinantes interrogantes diarios.

La verdad es que su furia está bastante justificada. Yo estoy de acuerdo en casi todo, excepto en algunos detalles. Entre ellos, creo que Owen merecía morir. Merecía morir desde hace tanto tiempo, que dos muertes no parecen suficientes.

(vía Respectful Insolence)

Por qué me enganché a Lost

Con cuatro temporadas ya, con tantos enigmas abiertos, con un universo tan amplio y tan lleno de posibilidades, olvidé por qué me había enganchado a la serie ya desde el episodio piloto. Pero tras leer Finding Lost (una guía de episodios de las dos primeras temporadas) de Nikki Stafford lo he recordado.

Y no, no fueron los misterios de la serie. Es decir, me encanta el misterio y creo que los guionistas han logrado una atmósfera absolutamente extraordinaria, una historia de vidas vividas en la más absoluta incertidumbre, donde tu mundo puede transformarse de inmediato y donde todo puede volverse del revés. Es más, final de temporada tras final de temporada, han logrado la hazaña de modificar la serie dejándola igual, de ampliar el universo, de introducir nuevos elementos, de trastocarlo sin que el sustrato fundamental –la incertidumbre- se modifique.

Por eso temo tanto a la revelación final de los misterios. Los dos principales –qué es la isla y qué es el monstruo de humo- dicen que se contarán en los últimos episodios de la sexta temporada. Mi problema es que dudo que cualquier explicación pueda estar a la altura del aura de misterio que han logrado, mi temor es que cualquier explicación sea totalmente anticlimática. Cuando dudo de veras a veces deseo que la cancelen antes del final. (En particular, temo que ninguna explicación de ciencia ficción esté a la altura).

Perdidos

Sin embargo, me encantaría que las historias de los personajes tuviesen final, que alcanzasen la conclusión que se supone que deban lograr. Porque eso fue lo que me enganchó desde el primer episodio, esa serie de personajes perdidos en una isla, ese conjunto de vidas que no se sabía cómo eran. Al principio tenías una imagen concreta de cada uno, pero episodio tras episodio, esa imagen –como si de la propia serie se tratase- iba modificándose y en ocasiones se trastocaba radicalmente. De pronto aparecía un personaje destinado a morir pronto que se convertía en un eje central. Y aquel otro que parecía imprescindible moría sin remedio.

Y además, la serie permitía a esos personajes ser héroes de su propia existencia, vivir la vida como la vivimos todos, desde nuestro punto de vista, como si nosotros fuésemos los protagonistas. Antes todo, por mucho que cambie y se rehaga, Perdidos es una serie de personajes. Lo que recordé al leer el libro fue que en la primera temporada se descubría muy poco sobre la isla, pero se descubría un buen montón de cosas sobre los perdidos. Eso fue lo que me enganchó.

Es lo que me sigue enganchando.

No me importan ni la isla ni el humo. Vuelvo porque quiero saber qué pasa con ellos.

Mamá, mira quién ha venido

Si realmente ésos son los villanos de la cuarta temporada, la cosa quedaría repetitiva. Mi esperanza es que la explicación sea otra muy diferente y que simplemente el trailer esté montado para engañar. Veremos:

(vía Bad Astronomy)

Historia de un cartel

Un vídeo muy triste:

La moraleja es devastadora: no importa lo mala que sea la situación de una persona, lo importante es cómo se lo cuente al mundo.

(vía Diario de WKR)

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