Lo que no se puede decir

What You Can’t Say. Interesante ensayo sobre la naturaleza de lo que no se puede decir, aquellas ideas o pensamientos que una sociedad considera inapropiados, peligrosos o arriesgados. No la falsedades, que se refutan sola, sino de los tabúes. Todas las sociedades los tienen. ¿Cuáles son los nuestros? ¿Cómo podemos encontrarlos? De la misma forma que nosotros ahora nos reímos de los tabúes de ataño, ¿de cuáles de nuestras actitudes se reirán nuestros descendientes?

(This essay is about heresy: how to think forbidden thoughts, and what to do with them. The latter was till recently something only a small elite had to think about. Now we all have to, because the Web has made us all publishers.)

(vía the null device)

[Estoy escuchando: «BRAZIL» de Lee Press-On and the Nails en el disco El Bando En Fuego]

De matón a hacker

Desarrolla tu potencial nerd.

Por alguna extraña razón, me acuerdo a Frank-N-Furter cantando aquello de «Makes me want to take Charles Atlas by the …ha-ha-hand.»

(vía BoingBoing)

[Estoy escuchando: «WELL DID YOU EVAH?» de Lee Press-On and the Nails en el disco El Bando En Fuego]

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Felices Reyes

A mí lo que me gusta es el día de Reyes. La Navidad, fin de año y esas cosas están bien, pero lo que me gusta en realidad es el asunto de los regalos. Dar y recibir regalos es algo maravilloso.

El año pasado felicité a todos los amigos. Este año no lo voy a hacer, porque por suerte el número ha crecido tanto que seguro que me dejaría a alguien. Cada uno sabe quién es, así que pueden darse por felicitados. Lo repito, felicidades a todos.

Que los reyes les dejen muchas cosas.

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p class=»media»>[Estoy escuchando: «COAX ME A LITTLE BIT» de Lee Press-On and the Nails en el disco El Bando En Fuego]

Los mejores cómics de 2003

La cárcel de papel ofrece una lista de los mejores cómics del año. Primero la docenita extranjera:

1. Barrio Lejano, de Jiro Taniguchi (Ponent-Mon)
2. Ventiladores Clyde, de Seth (Sinsentido)
3. El gato del rabino: La bar-mitzva, de Joann Sfar (Norma)
4. Isaac el pirata 1, de Blain (Norma)
5. 32 de diciembre, de Enki Bilal (Norma)
6. La ascensión del gran mal nº 3, de David B. (Sinsentido)
7. Persépolis 3, de Marjane Satrapi (Norma)
8. Sueños pesados, de Alberto Breccia (Sinsentido)
9. Monster, de Naoki Urasawa (Planeta de Agostini)
10. Hicksville, de Dylan Horrocks (Ponent/Balboa)
11. 5, el número perfecto, de Igort (Sinsentido)
12. Buda, de Tezuka (Planeta de Agostini)

Y luego la docenita española:

1. A Berta le atormenta la tormenta, de Jali (Doble Dosis)
2. Paracuellos 6, de Carlos Jiménez (Glenat)
3. Los días más largos, de Fermín Solís (Balboa)
4. Escala real/Limbo sin fin, de Santiago Valenzuela (Ponent)
5. Araia, de Ricard Castells (Ponent)
6. Antoine de las tomentas, de Luis Durán (Astiberri)
7. Dinero 3, de Miguel Brieva (Doble Dosis)
8. Diario sentimental de Julián Pi, de Lorenzo Gómez (Astiberri)
9. Historias de «el tío del final», de Cifré (Glenat)
10. Miedo, de D. Muñoz, A. Trashorras y J. Rodríguez (Glenat)
11. The Castaways, de Pablo Callejo y Rob Vollmar. (La Srta. Parissi)
12. La parejita, de Manel Fontdevila (El Jueves)

Pues ni uno, no he leído ni uno. La mayoría ni siquiera me suenan. Cosa que pienso solucionar en cuanto pueda (¿se nota que me fio?).

También la nueva bitácora de cómics Comix ofrece también su selección de lo mejor del año:

El Diario Sentimental de Julián Pi, de Lorenzo Gómez (Astiberri)
Los Días más Largos, de Fermín Solís (Ediciones Balboa)
Monster, de Naoki Urasawa (Planeta DeAgostini)
Lobo Solitario y su Cachorro, de Kazuo Koike y Goseki Kojima (Planeta DeAgostini)
Los Maestros Cerveceros, de Van Hamme y Vallés (Planeta DeAgostini)
Lowlife, de Ed Brubaker (Groc Cómics)
Barrio Lejano, de Jiro Taniguchi (Ponent Mon)
Fuerza-X, de Peter Milligan y Mike Allred (Planeta DeAgostini)
Lapinot: Vacaciones de Primavera (Planeta DeAgostini)
Isaac el Pirata, de Christophe Blain (Norma Editorial)
Mutts, de Patrick McDonnell (Devir)
Capitán Marvel Vol. II nº 3, de Peter
David y Chris Cross (Planeta DeAgostini)

Habrá que hacerse una lista e ir a la librería.

[Estoy escuchando: «BEGIN THE BEGUINE» de Lee Press-On and the Nails en el disco El Bando En Fuego]

Favicon

Makiko Itoh se interesa por los favicon y recoge y analiza aquellos que le resultan más interesantes.

Lo que me recuerda, por cierto, que un día de estos tendría que hacerme el mío.

[Estoy escuchando: «BEGIN THE BEGUINE» de Lee Press-On and the Nails en el disco El Bando En Fuego]

Quantum Evolution de Johnjoe McFadden

Quantum Evolution. Life in the Multiverse. Un profesor de microbiología aspira a explicar el origen de la vida y algunos aspectos de la evolución recurriendo a la mecánica cuántica.

De la contraportada:

How did life start? How did something capable of replicating itself emerge from the primordial soup? How did it defy the odds? And how did it carry on seeking out the very mutations that enable survival? Living organisms are controlled by a single molecule – DNA. Yet the study of physics tells us that the behaviour of single molecules is also controlled by the laws of quantum mechanics. The implications of this for biology have not been fully thought through. Until now. In this debut, Johnjoe McFadden puts forward a theory of quantum evolution. He shows how living organisms have the ability to will themselves into action. Indeed, such an ability may be life’s most fundamental attribute. This has radical implications. Evolution may not be random at all, as recent evolutionary theories have taught: rather, cells may, in certain circumstances, be able to choose to mutate particular genes that provide an advantage in the environment in which the cell finds itself.

[Estoy escuchando: «BAI MIR BIST DU SCHOEN» de Lee Press-On and the Nails en el disco El Bando En Fuego]

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Errores del diseño web 2003

Top Ten Web Design Mistakes of 2003. Jakob Nielsen comenta los errores de diseño web más importantes del año recién concluido. Son diferentes, porque a medida que se van aprendiendo las lecciones de los errores del pasado, nos inventamos otros nuevos. Mi favorito: «Pages That Link to Themselves». Culpable.

[Estoy escuchando: «GOD’S GISFT» de Lee Press-On and the Nails en el disco El Bando En Fuego]

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Egipto encantado

«Queremos coger a la historia y tirárnosla por detrás» cantaban los Toreros Muertos. Está claro que TVE (la pública, la educativa, la que pagamos todos y demás) ha decidido seguir al pie de la letra tal exhortación comprando y emitiendo ese programa conocido como Planeta Encantado. Si las deyecciones emitidas hasta ahora no eran suficientes, parece que le ha tocado el turno a los pobre egipcios. Con ese sutil racismo que caracteriza a los estudiosos de lo paranormal, se confunde primitivo con idiota y se invoca a extraterrestres para levantar las pirámides. Por suerte, Luis Alfonso Gámez sigue desmotando la farsa.

[Estoy escuchando: «Bum Bum 1789» de Los toreros muertos en el disco 30 años de éxitos]

El retorno del rey (II)

Brillante. Sí, la tercera película de la trilogía de El señor de los anillos me ha parecido brillante. La primera me gustó bastante, la segunda me decepcionó profundamente, pero la tercera me ha encantado desde principio a fin. Y no, no hace falta que me detallen los fallos. Soy perfectamente consciente de ellos: el abuso de primeros planos, las frases lapidarias, el resumen tan total que deja la historia casi incomprensible, el final largo como un día sin pan, la carencia de seres humanos (excepto cinco)… No me importan; en este caso incluso los defectos me parecen brillantes. Son como las taras introducidas deliberadamente en las alfombras orientales porque la perfección de la obra ofendería a dios. Pues igual. Son como esos defectos de un ser querido que le hacen humano y te hacen quererlo más.

Han sido los hobbits, claro. Ellos son cuatro de los seres humanos de la película. A ellos se les permite expresar debilidades, a ellos les cuesta ser héroes. Y a pesar de que su primer instinto es dar la vuelta y salir corriendo, tienen el valor de levantarse y seguir. Hay gente que se queja de que al final la destrucción del anillo no es responsabilidad de Frodo (¿es un spoiler para alguien?). ¿Cómo podría serlo?, me pregunto yo. Es imposible que Frodo renuncie al anillo. Su heroicidad se encuentra en otra parte, en haber sido capaz de levantarse destrozado y cansado y seguir avanzando. Ya se encargará el destino del anillo.

Algo similar pasa con los otros hobbits. La película les da la oportunidad de demostrarse a sí mismos. Cuando todos se arrodillan ante ellos al final, no creo que fuese tanto por haber destruido al anillo sino por el valor que han demostrado siendo valientes. Los otros personajes son genotípicamente heroicos y por tanto no se duda de ellos (sólo Gimli tiene un momentillo así, pero es más por hacer el chiste) y ya se sabe que harán lo que haya que hacer sin pestañear.

Menos, claro, Eowyn, a la que también se le permite ser una heroína. Genial que necesite dos golpes para matar al Nazgul. Los otros, como son héroes de cuna, no hubiesen precisado más de uno. Ella es humana, aunque no hombre.

Legolas, que me encanta, sale poco. Pero cuando sale es espectacular.

Eso sí, no hay que despreciar que la película sea una maravilla visual. Qué bonitas son algunas escenas, qué hermosa es la ciudad de Minas Tirih, qué geniales los elefantes esos y el ejército fantasma.

Mis momentos preferidos:

Gandalf y Pippin hablando sobre la vida después de la muerte. Que, por cierto, se parece asombrosamente a la Comarca.

Sam y Frodo comentando aquellas cosas bonitas que recuerdan de la Comarca. Después de haber cumplido y sabiendo que van a morir, hablan de lo insustancial.

Elrond decidiendo que ya que la otra está encaprichada con el tipo éste, mejor ayudamos no nos vayan a matar al yerno.

Los cuatro hobbits sentados alrededor de una mesa mirándose. Puede que la Comarca no haya quedado destruida, pero definitivamente se ha desmoronado en sus corazones.

Hay mucho más que decir. Pero voy a repetirme: brillante.

Por cierto, hay una divertidísima parodia de la película. Me ha encantado.

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p class=»media»>[Estoy escuchando: «Got to Give It Up» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

The Way of Zen de Alan Watts

He disfrutado muchísimo con The Way of Zen de Alan Watts. Tanto, que me parece una excelente introducción al budismo zen. Sólo tengo una duda: el libro es del año 57 y quizá los estudios occidentales sobre el tema han avanzado tanto que éste libro esté perdidamente atrasado. No lo parece, entre otras cosas porque su descripción de los conceptos e ideas es de las mejores que he leído, pero podría ser.

El gran acierto de Alan Watts es reconocer que es muy difícil explicar conceptos de una filosofía oriental en una lengua occidental como el inglés. Simplemente, en ocasiones no hay equivalencia, o el campo semántico de los términos no se solapan adecuadamente entre una lengua y otra. Lo ideal, en ese caso, sería traducir los textos orientales empleando un término distinto en cada contexto, pero eso daría la impresión de que se habla de cosas diferentes. Por ejemplo, tiene problemas con el concepto de mente, que para nosotros es algo más precioso y definido.

La gran ventaja de Alan Watts es que da la impresión de que conoce bien los dos mundos: el que intenta describir y al que intenta comunicar. No soslaya en ningún momento las dificultades, sino que las deja claras y manifiesta, intentando superarlas pero admitiendo la posible imposibilidad.

La voz de Watts es clara, simple, tranquila, descriptiva y en ocasiones poética, no dudo que «contaminada» por el tema. Como siempre, no se muestra afectado ni pedante, incluso cuando hace reflexiones lingüísticas sobre el chino o recurre a los estudios históricos. Deja la sensación de ser una persona muy inteligente que comprende un mundo muy fascinante y que al que le alegra tener la oportunidad de explicarlo.

El libro está dividido en dos partes. La primera ofrece un repaso a la historia del zen, empezando por el taoísmo -magníficamente introducido-, siguiendo por el budismo y luego la aparición del zen en China y su asentamiento final en Japón. El proceso histórico -incluyendo la revolución dentro del budismo ante la contradicción inicial de la doctrina- es fascinante.

La segunda parte, brillante, introduce los principios y prácticas del zen. Aquí, donde podría tener más problemas, es precisamente donde mejor se defiende: ideas sobre el satori, tzu-jan, el za-zen o el koan. Aclara algunos equívocos sobre el zen, como, por ejemplo, que se trata de una filosofía fatalista o que defiende la unidad de todas las cosas. Eso sí, el problema es complejo, porque el zen tal y como lo describe Watts intenta superar el pensamiento simbólico o a las divisiones del mundo, y por tanto, se hace muy difícil explicarlo empleando símbolos. La conclusión final es que el zen no se puede explicar, sólo puede ser comprendido. Quizá por esa razón, el libro termina con un capítulo dedicada al zen en las artes.

Recomendable.

[Estoy escuchando: «Roisin Dubh (Black Rose): A Rock Legend: Shenandoah / Will You Go Lassy» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

Editar Guerra y paz

En Editar Guerra y paz Mario Muchnik cuenta que decidió publicar la novela preparándose un café en la cocina de su casa una mañana de 1998. Es curioso como decisiones tan tremendas puedan tomarse en un entorno tan habitual que algunos lo llamarían anodino (aunque una cocina no tiene nada de anodina). El café le supo a gloria, cuenta.

Evidentemente, hay más en esa decisión que prepararse un café. Entre otras cosas, cuatro lecturas del libro en cuatro traducciones diferentes y en tres lenguas diferentes (inglés, francés y español). Seguir encontrando fascinante un libro después de semejante trajín habla maravillas de la capacidad del autor de Guerra y paz.

Lo que cuenta este breve librito es básicamente el proceso posterior. Encontrar una traducción adecuada, rechazar dicha traducción, retraducir y corregir interminablemente dicha traducción. Discutir el proyecto con amigos. Aterrarse cada vez que se recibía el rumor de que alguien más estaba completando una traducción de libro. Lanzar pullas a otras editoriales. Criticar una versión reducida y de bolsillo de Guerra y paz. Etc…

Sin embargo, no estoy seguro de su interés para el posible lector de Guerra y paz. A mí me ha gustado, pero porque soy traductor y me mareo sólo de pensar en la posibilidad de traducir algo del tamaño de Guerra y paz. Pero también en ese aspecto lo encuentro ridículamente corto. Me gustaría haber sabido más de los problemas de traducción y de las dificultades de verter el ruso al español. Sobre el proceso editorial hay más, pero estoy seguro de que aún así algún editor profesional encontraría a faltar muchos detalles.

Eso sí, la historia en sí es tan divertida y apasionante (aunque sea tan escueta) y el volumen tan breve que lo leí en un corto viaje en coche.

(Conducía otra persona.)

[Estoy escuchando: «Roisin Dubh (Black Rose): A Rock Legend: Shenandoah / Will You Go Lassy» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

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Rosa y Ana

Rosa y Ana el día de año nuevo. Guapísimas a pesar de la juerga tremenda que se pegaron la noche antes:

[Estoy escuchando: «Get Out of Here» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

Nochevieja

Como hace tiempo que no pongo fotos de comida, ahí van algunas cosas que tuve el place de zamparme (bueno, era para todos, pero yo zampé tanto que temí morir) en nochevieja:

Centollo:

Más centollo:

Nécoras:

Camarones:

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p class=»media»>[Estoy escuchando: «Get Out of Here» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

How We Believe de Michael Shermer

How We Believe. Science, Skepticism, and the Search fo God es el tercer regalo surgido de la lista de los deseos famosa. Pero este tiene su gracia: la persona que lo envió no firmó y por tanto no sé quién es. Seas quien seas, amable regalador, gracias, gracias.

(Malpensado lector, a los otros dos ya se los agradecí por el medio correspondiente.)

De la contraportada:

Recent polls report that 96 percent of Americans believe in God, and 73 percent believe that angels regularly visit Earth. Why is this? Why, despite the rise of science, technology, and secular education, are people turning to religion in greater numbers than ever before? Why do people believe in God at all?

These provocative questions lie at the heart of How We Believe , an illuminating study of God, faith, and religion. Bestselling author Michael Shermer offers fresh and often startling insights into age-old questions, including how and why humans put their faith in a higher power, even in the face of scientific skepticism. Shermer has updated the book to explore the latest research and theories of psychiatrists, neuroscientists, epidemiologists, and philosophers, as well as the role of faith in our increasingly diverse modern world.

Whether believers or nonbelievers, we are all driven by the need to understand the universe and our place in it. How We Believe is a brilliant scientific tour of this ancient and mysterious desire.

Confieso que el problema de la existencia de dios me parece un no problema. Es decir, una de esas cuestiones que sólo son problemáticas porque uno quiere. Por otra parte, como cuestión puramente filosófica, psicológica y sociológica el asunto tiene su interés y el libro lo trata sobre todo desde esos dos últimos aspectos.

De Shermer ya había leído Why We Believe y es un autor extremadamente entretenido y razonablemente profundo. Vamos, que seguro que es un disfrute. Los primeros capítulos son francamente agradables, pero no son más que una introducción. Veremos como sigue.

[Estoy escuchando: «Get Out of Here» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

Seven Seasons of Buffy. Science Fiction and Fantasy Writers Discuss Their Favorite Television Show también ha caído, por gentileza de un amigo de internet, de la lista de los deseos. Pues eso, un libro con comentarios de autores de literatura fantástica sobre la serie Buffy cazavampiros, capitaneados por David Brin, a quien se le da muy bien desmontar mitos y analizar historias.

Como del libro no puede decir nada más (sólo que viene con una introducción de un semidios llamado Drew Goddard), voy a aprovechar para hablar de Buffy. Buffy es una de las mejores series que se ha emitido jamás por televisión (diría la mejor, pero no habiéndola visto todas, supongo que es posible, aunque se trate de una contingencia remota, que se haya emitido una mejor en alguna ocasión), una exploración del honor, la humanidad, el deber, la amistad, el amor, el liderazgo, la grandeza, el mal, el bien y otros muchos temas metafísicos dentro de una historia con vampiros, demonios y varios bichos de esos. En resumen, una de esas obras de arte que hicieron grande el siglo XX y parte del XXI.

Su creador, Joss Whedon es un genio de tales proporciones que con justicia sólo puede considerarse un dios.

La serie la cancelaron en el 2003. Desde entonces la vida es un poco más triste. Por suerte, vivimos en la época del DVD (y luego dicen que no existe el progreso). Por suerte, todavía nos queda Angel.

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p class=»media»>[Estoy escuchando: «Get Out of Here» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

The Sandman Companion de Hy Bender

Uno de los regalos que ha caído estas navidades es The Sandman Companion. A Dreamer’s Guide to the Award-winning Comics Series que una amiga de internet me ha regalado de mi lista de los deseos. Para quien no lo sepa, The Sandman es un cómic maravilloso, una serie extraordinario, una obra de arte espectacular, una reflexión sobre la condición humana a finales del siglo veinte, un triunfo artístico, una exploración a veces trágica y a veces divertida, más de 2.000 páginas de virtuosismo narrativo, una excelsa manifestación de lo que el cómic puede hacer, una… Bueno, creo que pillan la idea. De hecho, Sandman es tan buena serie que deberían dejar de leer de inmediato esta página y sumergirse en esa obra.

(¿Ya de vuelta? ¡Qué rápidos!)

The Sandman es obra de la fértil imaginación del guionista Neil Gaiman que se las arregló para insertar un ser que tiene más relación con las leyendas y los mitos en el universo superheroico de DC. Pero The Sandman trasciende su género y se instala cómodamente en lo fantástico o lo terrorífico. Además, Gaiman es uno de esos hombres tan increíblemente leídos que la serie está repleta de referencias, resonancias temáticas y simetrías. The Sandman se puede ir pelando como una cebolla, y descubrir infinitas capas tras las capas anteriores.

Lo que ofrece este libro es eso, una guía de la serie. Pero en realidad no es tal guía, sino más bien una larga entrevista con Neil Gaiman troceada para ajustarla a los elementos de la serie y a los capítulos. Y el resultado es, como era de esperar, absolutamente fascinante. Por un lado, porque Gaiman es un tío genial que se deja entrevista. Y el preguntador evidentemente no sólo ha leído los cómics, sino que ha reflexionado un montón sobre ellos.

No he leído más que 50 páginas, pero por el momento es, como ya he dicho, absorbente. Tengo que contenerme para no leer el resto, porque no quiero hacerlo sin leer el volumen correspondiente que se trata.

De todas formas, tengo una queja sobre el libro: es demasiado corto. Yo quiero más. De hecho, quiero un par de tesis doctorales sobre la serie. Quiero que Umberto Eco escriba un libro de 500 páginas sobre la serie. Podría llamarse Sandman y el hircocervo.

[Estoy escuchando: «Get Out of Here» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

Guerra y paz de Liev Tolstói

Pues hete aquí que estaba yo leyendo el periódico, como suelo hacer las tardes de sábado tomándome mi coca cola light al limón, cuando recibí la asombrosa noticia de que había una nueva edición de Guerra y paz con traducción también doncella. «Vaya, qué buena oportunidad para leer por fin Guerra y paz«, me dije (yo me hablo entre comillas).

Como estaba en ese momento en un centro comercial decidí esperar hasta llegar a Lanzarote. Uno de los secretos de Lanzarote es que se distingue por tener una de las mejores librerías que imaginarse pueda, El Puente, y a Norberto, uno de los mejores libreros que concebirse pueda. «Allí tendrán el libro seguro y no tendré que molestarme más», pensé, nuevamente con comillas.

Efectivamente. Pedí el libro y me lo dieron de inmediato (tras la preceptiva excursión al almacén). Y ahora soy el orgulloso poseedor de más de 1.800 páginas de literatura rusa. Mi buen propósito del año es leerlo, aunque mi idea inicial era imitar a mi héroe Charlie Brown y recorrerlo al ritmo de una palabra al día. Hechas las cuentas convenientes, descubrí que quizá eso fuese ir demasiado despacio.

Por el momento poco puedo decir: es un libro donde casi todo el mundo habla, curiosamente, en francés y se nombra mucho a un tal Napoleón.

[Estoy escuchando: «Do Anything You Want To» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

Sir Tim Berners-Lee

Tim Berners-Lee, inventó de la WWW, recibirá el título de caballero de la orden del imperio británico.

«This is an honor which applies to the whole Web development community, and to the inventors and developers of the Internet, whose work made the Web possible, » stated Berners-Lee. «I accept this as an endorsement of the spirit of the Web; of building it in a decentralized way; of making best efforts to keep it open and fair; and of ensuring its fundamental technologies are available to all for broad use and innovation, and without having to pay licensing fees.»

«By recognizing the Web in such a significant way, it also makes clear the responsibility its creators and users share,» he continued. «Information technology changes the world, and as a result, its practitioners cannot be disconnected from its technical and societal impacts. Rather, we share a responsibility to make this work for the common good, and to take into account the diverse populations it serves.»

Otro reconocimiento merecido.

(vía BoingBoing)

[Estoy escuchando: «My Sarah» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

¿Dónde están los primos?

De todas las especies de homínidos que han poblado la Tierra, sólo sobrevive una. ¿Por qué? ¿Qué le sucedió a nuestros primos? Carl Zimmer se plantea la pregunta en Why The Cousins Are Gone:

They say that history is written by the winners, but if that’s true, then natural history is written by those who can write. Our ancestors split from the ancestors of chimpanzees some 6 or 7 million years ago, and since then they’ve given rise to perhaps twenty known species of hominids (and potentially many more waiting to be discovered). Today only our own species survives, and only ours has acquired the intelligence to learn things about the distant past–such as the fact that we are the product of evolution. Our survival and our intelligence sometimes blur together, with the result that a lot of the research on human evolution (and most of the popular accounts of it) revolve around what makes our own lineage unique and successful. All the other branches of hominid dynasty become our foil–the losers who, through their extinctions, reveal what is most glorious about ourselves. As a way of thinking, this is both unfair and foolish. We become satisfied with our own false assumptions about other hominids, and may miss some lessons they have for us. Exhibit A: our ancient thick-headed cousin Paranthropus.

Posteriormente retrata al Paranthropus y se pregunta por qué esa especie se extinguió mientras el Homo siguió adelante.

[Estoy escuchando: «Roisin Dubh (Black Rose): A Rock Legend: Shenandoah / Will You Go Lassy» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

Libros gratuitos sobre Java

List of free Java books for download (ver. 0.1)

[Estoy escuchando: «With Love» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]

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