[javaHispano] Portlets

«Hacia una estandarización de los portlets en Java: la especificación de los portlets»: una útil introducción a los portlets (que yo no comprendía muy bien) por parte de Antonio Estévez (de OpenCanarias, de Tenerife). Describió las características más importantes de los portlets, especialmente en lo relativo a su uso, generación de contenidos, relación con JSP y Servlets y su integración con otras tecnologías como JSF o servicios web. Básicamente ofrecen un mecanismo para la creación de aplicaciones de portal. Llegué unos minutos tarde, por lo que no sé si definió o no lo que era un portal (yo no lo tengo muy claro).

Luego ha descrito la implementación de OpenCanarias de un contenedor de portlets. Ha comentado que esa implementación estará disponible para bajársela. Interesante porque me gustaría jugar con ella.

En las conclusiones ha propuesto un interfaz de servicios del portal de forma que otros fabricantes podrían crear servicios para integrarlos en el portal. Al final ha destacado dos cosas, 1) la importancia de la colaboración Universidad/empresa y 2) lo mucho que se aprende creando tu propia implementación de unas especificaciones.

Watch the skies, everywhere! Keep looking. Keep watching the skies!

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[javaHispano] Más fotos

La verdad, estoy demasiado cansado para comentar las presentaciones (mañana). Por tanto, unas fotitos.

Mariscal:

Nos han dado de comer:

Y yo sobreviví a mi presentación. Aquí está el público:

Gort! Klaatu barada nikto!

[javaHispano] Llegada

He llegado. Y vivo (más o menos). Me perdí en el metro, pero fue una de esas pérdidas venturosas, porque realmente estaba allí donde quería ir. Bajé del avión a las 7:30 y efectivamente llegué al congreso a las 9:00. Estoy a medida mañana y me han dicho que dentro de poco nos darán café. Bien, bien.

Ya he hecho fotos. Por el momento, algunos de los organizadores. Aquí está Martin Pérez:

Y aquí Abraham Otero que hace de maestro de ceremonias (y muy bien, por cierto):

I’m completely operational, and all my circuits are functioning perfectly.

En el aeropuerto

Las seis de la mañana es una hora absurda para estar en el aeropuerto, sobre todo si uno se acostó tarde y con dolor de cabeza (que sigue el maldito). Encima, el quiosco tarda en abrir. Ah, por fin. Vacilo entre comprarme un album de cromos de las Supernenas o uno de Shin-Chan. Finalmente me decido por El País. Estoy muy cansado, tengo mucho sueño. Oh, the humanity!.

Al menos, el móvil me sirve para conectarme a internet. Quien no se consuela es porque no quiere.

javaHispano

Dentro de unas horas salgo de viaje (el vuelo sale absurdamente temprano) para ir javaHispano. A ver si no muero de sueño. Aprovechando el viaje estaremos unos días en Madrid. No estaré del todo desconectado, que llevo el portatil.

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Mejorar el cerebro

Acabo de recibir el número de septiembre de Scientific American (versión americana de Investigación y ciencia). Todo un número especial dedicado al cerebro, los nuevos descubrimientos sobre su funcionamiento y especialmente las posibilidades de mejorarlo. Los artículos se completan con un artículo sobre ética, «Is Better Best?», donde Arthur L Caplan argumenta a favor de usar los nuevos conocimientos para mejorar el cerebro.

En primer lugar argumenta la importancia de los avances de la neurociencia, incluso cuando los comparamos con los de la genética:

Because the structure and activities of our brain influence our mental health and behavior mucho more directly that out genes do, it is very likely that advances in the ability to «read» the brain will be exploited as much as, or more than, knowledge about genetics for such purposes as screening job applicants, diagnosing and treating disease, determining who qualifies for disability benefits and, ultimately, enhancing the brain.

No sigue demasiado por ahí. Básicamente dice que las mismas precauciones con la genética se aplican en este caso.

Lo que realmente le interesa es argumentar la validez de las mejoras del cerebro. No es muy difícil, porque negarse a mejorar el cerebro sería como argumentar que no es ético llevar gafas. Si nos hace mejor, ¿qué tiene de malo?

Lo que podría suceder, el primer caso planteado, es que esas técnicas aumentasen las desigualdades entre seres humanos: los modificados ganarían un respeto que se negaría al resto de los humanos. Sin embargo, la dignidad humana debería ser un derecho de todos nosotros, independientemente de nuestra condición.

La segunda argumentación en contra dice que el acceso a esos métodos (pastillas, implantes o lo que fuesen) sería desigual: no todo el mundo podría permitírselos. Ciertamente sería así, pero prohibirlos no parece la mejor solución; en ese caso garantizarías que sólo los ricos y dispuestos se beneficiarían de los mejoras. Garantizar el acceso universal parece más razonable.

El tercer argumento no me merece demasiada verosimilitud. Básicamente, es una versión del viejo «no es natural». Sin embargo, todo el mundo en que vivimos ahora está muy alejado de lo natural. Llevar gafas, tomar vitaminas, ir en coche, son todas actividades muy poco naturales. Nos beneficiamos de todas ellas, ¿por qué no de las mejoras cerebrales?

La cuarta y última argumenta que al final la gente se verá forzada a aceptar esas mejoras. No parece un argumento demasiado fuerte. Hoy mismo hay muchos pueblos que rechazan muchos otros avances sin mayor problema. El autor argumenta que sería más razonable legislar para evitar posibles presiones, antes que prohibir esos avances. Al hilo de esto, termina diciendo:

If anything, the impending revolution in our knowledge of the brain will require us to build the legal and social institutions that allow fair access to all who choose to do what most will feel is the right thing to do.

BarbieOS

Es una broma conocida de Internet: A Linux Distro for Barbie?, de esas cosas divertidas que se montan los linuxeros. Pero ahora Fernand0 me pasa una noticia curiosa: El declive de la prensa seria en España… hablaremos de cómo fusila El País’, en la que se cuenta que el suplemento de informática de El País, Ciberpaís, no sólo se publicó como buena la noticia del Linux de las Barbies sino que encima no se dio ninguna fuente y se hacía referencias a Mattel:

Y no sólo fusila sin citar –pecado capital en periodismo–, sino que además su elitista suplemento tecnológico Ciberpaís se convierte en el hazmerreír entre los que entienden… que no son pocos.

Precisamente el Ciberpaís de este jueves no lo leí. Pero supongo que habrá más de uno dispuesto a confirmarlo.

Expresiones regulares

Tengo un proyecto y me he dado cuenta de que una parte se resuelve fácilmente con expresiones regulares (tarde un poco, y mira que las usaba continuamente con mod_rewrite). Buscando, he encontrado Regex Coach, una aplicación para Linux y Windows que te permite probar interactivamente tus expresiones.

(vía Perfectionism)

Premios Ignotus

Se han anunciado los ganadores de los premios Ignotus (los premios grandes de la ciencia ficción española) de este año. Curiosamente, el referente a mejor libro de ensayo me toca de refilón. Se trata de La ciencia ficción española publicado por Robel y en el que aparece un pequeño texto mío. Felicidades a todos los implicados.

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p class=»media»>[Estoy escuchando: «Wrapped Up In Books» de Belle And Sebastian en el disco Dear Catastrophe Waitress]

Middlesex de Jeffrey Eugenides

Pensaba que este libro no me iba a gustar. La razón por la que llegué a pensar tal cosa se me escapa. Quizá por tratarse de una novela literaria, que tienden a estar muy bien escritas y a contar bien poco. Pero claro, el autor no es español, y su primero novela, Las vírgenes suicidas, me había gustado mucho, por tanto ¿a qué pensar tal cosa?

El libro tiene un gran componente histórico. En particular, el trasfondo de la guerra entre Turquía y Grecia. Como la novela histórica no me suele gustar, quizá pensé que me resultaría aburrido. Nada más lejos. Las 100 primeras páginas de la novela son magníficas, llenas de humor, sensibilidad, inteligencia y habilidad. A Eugenides le gusta lo extraño y no vacila en dar un giro a todas las situaciones en cuanto se acercan a terrenos más familiares. Probablemente lo que más me guste hasta ahora sea la gracia con la que está contada la historia y el carácter más bien oblicuo y remoto del protagonista. En realidad, no parece ser tanto su historia como la historia de un gen (hay muchas referencias a la genética e incluso a Wilson); el gen responsable de su condición y que parece ser especialmente común en su familia.

En el comienzo la novela recuerda un poco a Tristam Shandy. No hay ningún reloj, pero sí mucha preocupación por el tiempo, porque unos padres están intentando tener una hija en lugar de un hijo a cuenta de las diferencias de velocidad entre unos espermatozoides y otros.

No voy a decir que las 100 primeras páginas compensen comprar la novela (después de todo, cuenta unos escandalosos 24 euros), pero las he disfrutado mucho. Veremos cómo sigue el resto.

De la contraportada:

Cal Stephanides es agregado cultural en la embajada de los Estados Unidos en Berlín. Enamorado de una mujer pero temeroso de lo que pueda suceder en el momento de la verdad, cuando caen las máscaras, velos y vestiduras, decide, ya en «la mitad del camino de la vida», contar su historia, revelar su secreto. Porque Cal, como Tiresias, ha vivido como mujer y como hombre. Todo comienza en 1922, cuando Desdemona y Lefty Stephanides, los abuelos de Cal, que vivían en una pequeña aldea cerca de Esmirna y pertenecían a la comunidad griega de Turquía, huyen tras la guerra entre estos dos países. En el caso de la destrucción de Esmirna consiguen escapar con documentos falsos. Están enamorados y, en medio de un mundo que se derrumba, Desdemona finalmente accede a olvidar el tabú fundamental. Se casan en el barco que los lleva a los Estados Unidos y se instalan en América, en casa de su prima Lina y su marido. Y las dos parejas tendrán a sus hijos casi al mismo tiempo, y estos hijos, en un doble o triple juego de consanguinidades, se casarán y serán los padres de Cal. Que cuando nace es Calíope, y parece destinada a encarnar la leyenda que se contaba en secreto en la aldea de sus abuelos sobre esas niñas qeu cuando llegaban a cierta edad se transformaban en hombres.

Y así comienza la exuberante, inmensa, esperadísima segunda novela de Jeffrey Eugenides, un caleidoscopio de historias que abarca ocho décadas en la historia de una familia, que va de Asia Menor a Detroit y a Berlín y es uno de los intentos más ambiciosos y logrados de escribir ese inasible, oscuro objeto del deseo literario, la Gran Novela Americana. En esta ocasión, con magníficos ecos homéricos.

Por cierto, Anagrama tiene una de esas páginas web demenciales en las que todo es Javascript sin sentido ni razón, sólo porque se puede, queda más chulo y se paga más caro. ¿Cuándo van a aprender a poner las cosas un poco fáciles?

[Estoy escuchando: «Wrapped Up In Books» de Belle And Sebastian en el disco Dear Catastrophe Waitress]

Qué miembro de la guardia eres

¿Qué miembro de la guardia de Anhk-Morpork eres?

Cheery!!
Discworld: Which Ankh-Morpork City Watch Character are YOU?

brought to you by Quizilla

He llegado a la conclusión de que soy una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre.

[Estoy escuchando: «Monsoon (live)» de Robbie Williams en el disco Live summer 2003]

Mi primera clase de japonés

Hoy he ido a mi primera clase de japonés. Hora y media dos días por semana. No he aprendido mucho, porque ha sido material introductorio y casi todo lo sabía: kanji, hiragana, katakana. Eso sí, he aprendido a decir: «Hajimemashite. Watashiwa Pedro desu. Douzo yoroshiku».

Y hablando de Japón, unos enlaces sobre tópicos japoneses:

Japan Cliché No. 1: Wacky Food
Japan Cliché No. 2: Manga
Japan Cliché No. 3: Inane Protocol

[Estoy escuchando: «Nan’s song (live)» de Robbie Williams en el disco Live summer 2003]

Teclado de madera

Un genial teclado de madera. Es que estos japoneses cuando se ponen…

[Estoy escuchando: «Mr.Bonjangles (live)» de Robbie Williams en el disco Live summer 2003]

Se conserva la causalidad

Aunque la velocidad de grupo de un pulso supere la velocidad de la luz, la información va a su ritmo respetando el límite de velocidad einsteniano.

Gauthier’s team found that information encoded in a pulse travelling through a gas of potassium atoms takes longer to be detected than information in a pulse travelling through a vacuum at speed c. Even if the pulse’s group velocity far outstrips the speed of light, the information velocity can never exceed c.

In other words, the pulse arrives sooner but takes longer to announce its arrival.

Chinos en el espacio

Al selecto grupo formado hasta ahora por americanos y rusos se unen los chinos. China es ya un país capaz de poner personas en órbita, en lo que debe ser uno de los golpes publicitarios más caros de la historia de ese país. Vamos, que tiene tanta lógica como construir pirámides, pero hay que reconocer que a monumentos efectitas no les gana nadie.

Francamente, aparte de mostrar la cornamenta y amenazar con embestir a los otros, no le veo la más mínima gracia a ese gesto. Lo de mandar gente al espacio es tan absolutamente deficiente que sólo puede concebirse en momentos históricos determinados, como la guerra fría o cuando, como en este caso, quieres demostrar que los tienes bien puesto y de lo que eres capaz. La verdad, la exploración espacial tripulada me parece tan del siglo veinte…

Incluso hablan de una misión a la luna. Pero como en el fondo son personas razonables y confucianas, será una misión no tripulada.

La ciencia ficción tiene mucha culpa de toda esa obsesión con el viaje espacial tripulado. Durante años nos contó que el destino manifiesto de la humanidad era primero conquistar el sistema solar y luego, claro, la galaxia. Pero como ya contó William Gibson en «El continuo Gernsback», lo bueno de ese futuro predicho es que nunca fue.Si hay algo peor que un presente imperfecto es un futuro perfecto.

Y la ciencia ficción -género conservador como pocos- todavía intenta superar el disgusto de que el proyecto Apolo no fuese más que una estratagema publicitaria. Y sin embargo, hay inmensas y nuevas fronteras en nuestro mundo actual. Por ejemplo, dejando de lado los problemas éticos -y hay muchos problemas éticos- el asunto del embrión de tres padres me parece infinitamente más interesante. También en China, por cierto.

Bienvenidos al siglo veintiuno.

Nota: China acabará dominando el mundo. Al tiempo.

[Estoy escuchando: «Angels (live)» de Robbie Williams en el disco Live summer 2003]

Agentes

Juanjo se ha puesto a pensar en agente inteligentes y se ha fabricado un bot para jabber. Para usarlo, no hay más que añadir al contacto asistente@jabber.org. Si uno le dice «define agua», obtendrás la definición sacada del diccionario de la Real Academia. Juanjo está considerando posibilidades de aumentar las capacidades de ese agente y a mí se me han ocurrido varias ideas. Mientras se perfilan, ¿por qué no lo pruebas?

[Estoy escuchando: «Let love be your energy (live)» de Robbie Williams en el disco Live summer 2003]

Read Regular

Read Regular, una tipografía que asegura estar diseñada para mitigar los efectos de la dislexia:

There has been growing innovation to combat dyslexia, especially for children, in the form of computer software. However, relatively little design research has been done in the area of typography and type design that might support dyslexics. Read Regular is a typeface designed specifically to help people with dyslexia read and write more effectively.

(vía Boing Boing)

[Estoy escuchando: «She’s the one (live)» de Robbie Williams en el disco Live summer 2003]

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Bitácora del programador

RpJ está programando algo. No nos dice qué es (todavía) pero piensa ir «documentando» el proceso en su bitácora. Un uso interesante de esa herramienta.

[Estoy escuchando: «She’s the one (live)» de Robbie Williams en el disco Live summer 2003]

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Google no es dios

Hay quien considera que las bitácoras y sus sistemas de relaciones están contaminando los resultados de búsqueda de Google. Admitiendo por un momento que tal cosa sea cierta, qué importancia tendría. ¿Debe Internet acomodarse al algoritmo de búsqueda de Google o debe Google ir acomodándose a las innovaciones de la red? Para Charles Miller la respuesta es clara: Internet, y la web en particular, no existe para servir a Google:

The web does not exist to serve Google. The web should not stay stagnant so as not to break its search engine. The web evolves continuously. It is up to Google to change itself to adapt to what people want to do with the Web. If Google can not adapt, then one day we will talk of it in the same way we speak of Altavista, Metacrawler, Excite or Hotbot: search engines we used to rely on, but that were each eclipsed by something better.

Digámoslo de otra forma: Internet es dios, y Google no es más que su profeta. Y siempre podemos cambiar de profeta.

[Estoy escuchando: «Hot fudge (live)» de Robbie Williams en el disco Live summer 2003]

En su último Crypto-Gram, Schneier nos advierte, dada la proliferación actual de sistemas para registrar pulsaciones en los teclados y el tamaño tan diminuto de las cámara, de un futuro en que será tan fácil seguirnos la pista que nuestra intimidad, al menos en la calle, habrá desaparecido de todo:

This trend will continue in the years ahead, because technology will continue to improve. Cameras will become even smaller and more inconspicuous. Imaging technology will be able to pick up even smaller details, and will be increasingly able to «see» through walls and other barriers. And computers will be able to process this information better. Today, cameras are just mindlessly watching and recording, but eventually sensors will be able to identify people. Photo IDs are just temporary; eventually no one will have to ask you for an ID because they’ll already know who you are. Walk into a store, and you’ll be identified. Sit down at a computer, and you’ll be identified. I don’t know if the technology will be face recognition, DNA sniffing, or something else entirely. I don’t know if this future is ten or twenty years out — but eventually it will work often enough and be cheap enough for mass-market use. (Remember, in marketing, even a technology with a high error rate can be good enough.)

The upshot of this is that you should consider the possibility, albeit remote, that you are being observed whenever you’re out in public. Assume that all public Internet terminals are being eavesdropped on; either don’t use them or don’t care. Assume that cameras are watching and recording you as you walk down the street. (In some cities, they probably are.) Assume that surveillance technologies that were science fiction ten years ago are now mass-market.

This loss of privacy is an important change to society. It means that we will leave an even wider audit trail through our lives than we do now. And it’s not only a matter of making sure this audit trail is accessed only by «legitimate» parties: an employer, the government, etc. Once data is collected, it can be compiled, cross-indexed, and sold; it can be used for all sorts of purposes. (In the U.S., data about you is not owned by you. It is owned by the person or company that collected it.) It can be accessed both legitimately and illegitimately. And it can persist for your entire life. David Brin got a lot of things wrong in his book The Transparent Society. But this part he got right.

[Estoy escuchando: «We will rock you (live)» de Robbie Williams en el disco Live summer 2003]

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